Hoy celebramos que 10% de la industria mundial de la moda se ha comprometido a eliminar los químicos tóxicos de su producción. Sin ti, esta cifra sería cero.
Cuando iniciamos esta campaña poco se hablaba sobre las sustancias en la ropa. Pero hoy, Greenpeace puede finalmente revelar la segunda entrega de la Pasarela Detox, una plataforma en línea que da seguimiento al progreso hecho por las 18 empresas comprometidas en la pasarela libre de tóxicos.
Esto es lo que cientos de miles de personas pueden hacer cuando se unen con la convicción de que la moda debe estar hecha sin químicos peligrosos y aún más importante cuando estos miles tienen el coraje de actuar.
Esta lucha, iniciada hace cuatro años, es una batalla contra la contaminación de los ríos del mundo oculta tras la producción de ropa; tú al decidir cada día la prenda que vas usar estás eligiendo qué tipo de producción prefieres: una anticuada que sea parte de la cadena de contaminación o la vanguardista moda sin huella tóxica.
¿Está tu marca favorita entre los líderes de la moda Detox?
Desde las fábricas que ya están limpiando su agua residual, hasta las marcas deportivas globales que hablan de cambiar paradigmas – la campaña Detox, impulsada por la gente, está teniendo un gran impacto en la cadena de producción completa. Nuestros activistas de EUA, Indonesia, Filipinas y China empiezan a ver cómo lentamente las ruedas de la política y la legislación empiezan a moverse hacia la acción. México no es la excepción, desde 2014 empezamos a ver cambios al publicarse por primera vez un Registro de Emisión y Transferencia de Contaminantes obligatorio.
Iniciando el 2015, 11 fábricas textiles fueron clausuradas por contaminar el río Atoyac y posiblemente incrementar los casos de leucemia en la zona. Antes de Detox esto parecía imposible.
Todo esto puede parecer un gran avance pero la contaminación del agua no ha desaparece de la noche a la mañana.
Aún hay mucho por hacer. Como en China, donde 64% del agua urbana subterránea está seriamente contaminada, o Indonesia donde el 80% de la contaminación en el río principal de la capital proviene de la industria textil. O en nuestro país, donde a pesar de las reiteradas recomendaciones, aún no se ha modificado la Nom-001 que regula la descarga a los ríos de México.
Nuestra voz ya ha logrado cambios, debemos seguir marcando tendencia.
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Si hemos logrado tanto en sólo cuatro años, ¡imagina lo que podríamos hacer para 2019!