Para mi ser voluntario es una experiencia maravillosa. Es una oportunidad que nos brindan algunas organizaciones para redituarle a la naturaleza lo que nos ha dando todo este tiempo; una manera de convencer a los demás de tomar conciencia; una manera de hacer frente a aquellos que solo ven por sus intereses. En fin, para mí el ser voluntario es todo un estilo de vida.

Mi experiencia en el encuentramento fue estupenda: conocí a muchas personas, de diferentes lugares, costumbres, ideologías, formaciones; disfruté de un paisaje hermoso, me deleité con una comida más sabrosa incluso que la de mi casa.

Con referencia al trabajo en Greenpeace y a las campañas, tuve la oportunidad de compartir opiniones y adquirir conocimientos de algunos campañistas y gente que ya lleva muchos años en la organización, tomé algunos talleres interesantes ofrecidos tanto por los miembros de Greenpeace, como por los dueños del rancho al que fuimos.

Por algunos momentos tuvimos que lidiar con la falta de energía eléctrica, los mosquitos y la lluvia, la cual no paró hasta el último día. Estos factores, lejos de perjudicar, nos ayudaron a disfrutar más del campamento. A final de cuentas, resultó ser todo un éxito.

Me dio mucha alegría el saber que hay muchas personas que luchan por un mundo mejor, sin embargo, se necesitan más personas comprometidas para lograr los objetivos tan ambiciosos que se propone Greenpeace. En lo particular, estoy orgulloso de pertenecer a esta organización, y me gustaría que tú, compañero que lees este artículo, te dieras la oportunidad de pertenecer a esta organización, y de experimentar la satisfacción y la alegría que produce el ser un "Guerrero del Arcoíris".  ¡No esperes más, tu mundo te necesita!

*Cesar Ulises Gutiérrez Ramírez, es voluntario del grupo local Guadalajara