Vivir en esta ciudad tiene muchos puntos a favor y más cuando eres madre y quieres más opciones de desarrollo para tus hijos.

Mi jornada inicia, debo reconocer una situación privilegiada, a las 7:30 de la mañana para bañarme, despertar a mis hijos, desayunar y salir para la guardería, la cual está muy cerca del trabajo de mi marido. Después suelo caminar al metro y tras 30 minutos ya estoy en mi trabajo. Si se me olvidó comprar algo para la cena me cruzo la avenida y lo compro en el supermercado.

Muchos pros, pero hay algo que no me agrada y me preocupa mucho: la mala o pésima calidad del aire.

Hoy al salir con mis hijos, el niño, que tiene casi 4 años, me dijo que le lloraban los ojos y que no estaba triste. Mi niña, la cual llevo en cangurera ya que sólo tiene año cinco meses, se enterraba en mi pashmina como si quisiera ocultarse de algo.

Las lágrimas involuntarias y la necesidad de esconderse eran por la contaminación con la que amanecimos.

 Y para mí no es suficiente que las autoridades capitalinas emitan recomendaciones para que niños y adultos mayores, ya que son grupos vulnerables, limiten sus estancias al aire libre.

 Me gusta esta ciudad justo por sus muchas ventajas y no creo justo dejarla por una falta de conciencia y de políticas públicas poco eficientes o, por lo menos, desfasadas.

Mis niños aman ir a la casa de su abuela los fines de semana, que está a 20 minutos de casa caminando, e ir al parque. A mi me gusta como hemos ido planeando mi marido y yo nuestro tiempo en la semana, entre el trabajo, los hijos y trayectos, y el ocio.

¿Por qué tendría que irme de aquí para dejar de respirar ese aire tan sucio?

¿Por qué tendría que poner yo una solución tan radical y el gobierno no?

¿Por qué no hemos pensado en el futuro de nuestros hijos, sobrinos o niños de alrededor?

¡Sí podemos poner un alto al exceso de contaminación que respiramos! ¡Sí tenemos el poder de hacer que las autoridades atiendan esta crisis!

 Recuerda que una niña y 5 niños mexicanos solicitaron a la COFEPRIS que haga más estrictos los índices con los que se mide la calidad de aire en nuestro país, porque no quieren poner en riesgo su salud.

Como madre o padre ¡usa tu poder para apoyar esta iniciativa! Y luchemos juntos por el medio ambiente sano que nuestros niños merecen. ¡ACTÚA HOY!