Día mundial de la tortuga

Todos los días son el Día de la Tortuga cuando eres un activista de los océanos.

Cuando escuché que existía el Día Mundial de la Tortuga, pensé en escribir algo. Conociendo que para una buena parte de nosotros, la palabra ‘tortuga’ incluye a una multiplicidad de especies de reptiles; entre las cuales se encuentran las siete especies de tortugas marinas, así que ¡enfoquémonos en ellas!

Existen algunas razones más que las hacen especiales: de las siete especies de tortugas marinas, seis están en peligro de extinción, debido a nuestras irresponsables acciones; por lo que necesitan especial atención.

Así que en éstas líneas podremos encontrar todo lo que debemos saber sobre las tortugas marinas, en una manera simple y fácil de compartir.

Las tortugas marinas son unas verdaderas viajeras oceánicas. Las hembras vuelven a las playas en donde nacieron para poner sus huevos, mientras que los machos no tienen nunca la necesidad de volver a tierra.

Algunas tortugas no son tan delicadas cuando de comer se trata, pero otras sí los son. Por ejemplo, a las tortugas laúd, o también llamadas ‘baula’, les encanta alimentarse de medusas, mientras que las tortugas carey prefieren comerse esponjas marinas. Ambas especies se han adaptado como para resistir las ‘picaduras’ y toxinas que su alimento base utiliza como defensa, y así mantener sus preferencias alimenticias.

Lamentablemente muchas veces las tortugas laúd se confunden de alimento, y en vez de medusas ingieren bolsas plásticas, esto si es una verdadera tragedia para todo el océano.

Las ‘tortugas cabezonas’, de la especie Caretta caretta, disponen de una fuerte cabeza, para morder y triturar el caparazón de las ostras de las que se alimentan.

La tortuga verde, son las únicas vegetarianas entre sus primas del mundo oceánico. Pero cuando son jóvenes, son un poco menos selectivas y pueden comerse cualquier cosa. Es sólo en la ‘adolescencia’ cuando se vuelven estrictas vegetarianas.

Permanecer boca arriba, es un verdadero problema y una amenaza a su vida para una tortuga terrestre, pero para una tortuga marina, es algo tan simple, como nadar estilo espalda.

Las tortugas laúd son sin dudas las que más récords han quebrado: Pueden viajar hasta 15 mil kilómetros al año, bucean hasta profundidades de 1200 metros, y pueden ser vistas desde Argentina hasta Canadá. Logran adaptarse a las aguas más frías, a través de su sangre caliente y una capa de grasa aislante

Todas las tortugas laúd son muy grandes, casi gigantes. La más grande jamás registrada fue hallada en una playa de Gales, medía más de dos metros, 2,20 precisamente, como el tamaño de una cama de dos plazas. Mientras que la más pequeña de las tortugas marinas, mide unos 60 cm de largo en su adultez.

Hasta la más grande de las tortugas laúd, comienza su vida siendo un huevo tan pequeño como una pelota de ping-pong, depositado en un nido en una playa. Las tortugas apenas nacidas, deben realizar el peligroso camino al mar, evitar ser tragadas por diferentes predadores; algo muy difícil de aceptar, si uno tiene en cuenta la belleza de tan pequeñas criaturas.

Leatherback Turtle's Eggs in West Papua

Hasta las más grandes tortugas adultas corren riesgos de predadores cuando se dirigen a tierra firme. En algunas regiones de Sudamérica, por ejemplo, los jaguares suelen recorrer playas en busca de alguna tortuga marina.

Las tortugas que se alimentan de algas, mantienen la salud de los arrecifes de coral, y las tortugas que se alimentan de medusas ayudan a que las playas sean más amigables con las personas que no quieren sufrir con las dolorosas ‘picaduras’ de los tentáculos de las aguas vivas.

No es difícil comenzar a proteger a las tortugas, comenzando por proteger las playas de anidado y el mar que las rodea. El desarrollo urbano en esas áreas significa, afectar aún más la supervivencia de esas especies.

En el agua, una bolsa de plástico suele parecer una medusa, a la vista de las tortugas y eso es muy malo para ellas.

Algunas regiones en donde las tortugas fueron tradicionalmente cazadas por su carne y caparazón, han decidido cambiar, y dedicarse a actividades de ecoturismo. Se comprobado que las tortugas, como las ballenas, son más valiosas vivas que muertas.

Las tortugas son como embajadoras de los océanos, y también han servido como indicadores de cómo los humanos estamos destruyendo el ambiente marino. Proteger a las tortugas, significa cambiar los métodos de pesca, proteger las áreas de reproducción y alimentación, y dejar de tratar al mar como un tacho de basura.

Greenpeace trabaja sobre todos esos temas, y muy activamente para la creación de una red global de áreas marinas protegidas, áreas cerradas para las actividades de explotación, tales como la pesca y la minería, que cubran el 40% de los océanos, los que de manera urgente necesitan ser protegidos para evitar la extinción de especies, y destrucción sus hábitats. Esta red de áreas marinas debe incluir las regiones costeras de reproducción de tortugas, así como también las extensiones en mar abierto donde las tortugas marinas se ven amenazadas.

Al compartir y difundir la situación de las tortugas marinas, estamos ayudando a proteger los océanos y todos los seres que en él y de él viven.