¿Qué piensas cuando te contamos que la pesca está matando a las vaquitas? ¿Te imaginas grandes barcos de pesca industrial? ¿Te imaginas grandes redes que se llevan tanta fauna como se interpone a su paso? Pues bien: ¡nada más lejos de la realidad!

Resulta que no son los grandes barcos ni la industria pesquera lo que está llevando a cabo la extinción de la vaquita sino pequeñas embarcaciones de pescadores casi artesanales.

En esta lucha no hay malvados, hay pescadores que intentan sacar a sus familias adelante con métodos de pesca que por desgracia han llevado a la vaquita al borde de la extinción.

Estos pescadores utilizan unas redes, llamadas popularmente “chinchorro”, hechas con hilos
muy finitos que se desplegan y se dejan flotando durante horas con la ayuda de unos pequeños flotadores. Con estas redes se pescan camarones y peces con escama pero representan un peligro mortal para la vaquita porque son transparentes. Ella no los ve, se enreda en ellos y agoniza mientras intenta escapar. Esta es la manera en la que este indefenso ser muere.

Afortunadamente estas redes están a punto de ser prohibidas por dos años en todo el hábitat de la vaquita, por lo que su uso será ilegal (presiona aquí para que esta prohibición se cumpla cuánto antes). También están prohibidas las redes “totoaberas”, usadas ilegalmente para pescar totoaba, más gruesas y resistentes que el “chinchorro” y que también amanezan la vida de la vaquita.



Como lees, nadie quiere pescar ni matar a la vaquita, no hay grandes barcos acechando a la vaquita en alta mar -con carcajadas malignas de fondo- nuestro enemigo aquí es la pesca ilegal, prácticas que aunque no tengan una apariencia tan peligrosa, están trazando un camino hacia la extinción para las vaquitas marinas.

Sigue actuando para frenar la pesca ilegal entrando aquí: http://www.greenpeace.mx/vaquita-marina/