Sí, Nestlé es más que grande, es un gigante del mercado que nos inunda con varias decenas de productos que consumimos todos los días como café, lácteos, alimentos para bebés, cereales, golosinas, chocolates, agua embotellada, alimento para mascotas, entre otros. Es más, la misma Nestlé dice ser la primer empresa mundial de nutrición, salud y bienestar.
Lamentablemente su huella plástica es igual de grande que la marca misma. Nestlé produce y distribuye cientos de miles de envases plásticos al día. Nestlé también reconoce que esto es un problema, tan es así que hace unos días emitió un comunicado en el que habla de cómo piensa entrarle a combatir la crisis de contaminación por plástico.
Pareciera una buena noticia, pero no lo es. ¿Por qué? Sencillo: la declaración de la compañía no incluye objetivos claros para reducir ni eventualmente eliminar los plásticos de un solo uso. Anuncia la "ambición" de que su envasado sea 100% reciclable o reutilizable para 2025 y planea "continuar aumentando la proporción de plásticos reciclados en el empaquetado" sin tiempos claros ni esfuerzos adicionales para ayudar a facilitar el reciclaje por parte de los consumidores.
Desde Greenpeace nos sentimos decepcionados por estas declaraciones. Definitivamente, uno espera grandes cosas de las grandes empresas, esperábamos un compromiso mayor, un gran anuncio de un gran paso para acabar con la era de los envases plásticos de un solo uso pero la declaración de Nestlé solo incluye más de los mismos pasos insuficientes para enfrentar la crisis que ayudó a crear.
Una empresa del tamaño de Nestlé debería establecer un estándar sólido para avanzar realmente hacia la reducción y eventual eliminación gradual de los plásticos desechables. Esta empresa ya debe saber que los esfuerzos de reciclaje no van a limpiar nuestros océanos, cursos de agua y comunidades.
La verdad, no moverá la brújula hacia la reducción de plásticos de un solo uso de una manera significativa, y establece un nivel increíblemente bajo para la compañía de alimentos y bebidas más grande del mundo. ¡Les quedó chiquito su compromiso!