Llevo varios meses usando la red social Twitter de manera frecuente, la empleo como herramienta para enterarme de manera rápida y breve de las principales novedades en el sector energético y también para difundir los temas de la campaña de Energía y Cambio Climático. Gracias a este medio de información oportuna, me enteré de la convocatoria del Diputado Ricardo Mejía (1) a los usuarios para enviarle preguntas y cuestionar con ellas al Director General de Pemex, Juan José Suárez Coppel, y al Secretario de Energía Jordy Herrera, durante su comparecencia ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados que tuvo lugar el día de ayer.

De cara a una nueva reforma energética, las posturas en contra y a favor de una posible privatización de Pemex no se hicieron esperar en la comparecencia, tampoco faltaron los cuestionamientos sobre los 350 millones de dólares que se gastarán en los contratos de Pemex con los astilleros de Galicia para la construcción de floteles y el presunto fraude de Mexlub.

En medio de esta serie de cuestionamientos y evasivas respuestas de ambos funcionarios lo que mereció particular atención son las declaraciones de Suárez Coppel respecto al derrame en Salina Cruz, Oaxaca. No cabe duda que el ingeniero Coppel no lee los periódicos ni las denuncias que le envía la Profepa y, al parecer, tampoco asistió el pasado mes de septiembre al Congreso Mexicano del Petróleo 2012, a donde sí acudieron los afectados de los municipios oaxaqueños de Salina Cruz, Tehuantepec, San Pedro Huamelula y Santiago Astata, surfistas y pescadores para recordarle de viva voz los impactos sufridos. 

El pasado 23 y 24 de agosto, Greenpeace realizó un recorrido por la zona de hundimiento de la monoboya 3 de Pemex y playas contiguas. En Playa Cangrejo, encontramos manchas aceitosas que impregnaron la arena y contaminaron la laguna del poblado; en la playa Salinas del Márquez, en un trayecto de 2 km hallamos cadáveres de tortugas adultas impregnados de petróleo. Habían transcurrido 13 días del percance y la fuga de la monoboya 3 seguía sin resolverse, en tanto los trabajos de saneamiento continuaban a medias. Respecto al tema, Suárez Coppel declaró llanamente “Todo está bien, no hubo afectaciones por derrame de crudo”. Habrá que recordarle al Ing. Coppel que el desastre ambiental en Oaxaca afectó 20 playas, lagunas, pozos de agua potable y criaderos de tortugas.  

 

Por otro lado, e independientemente de las causales de los innumerables derrames y accidentes, sea la vulnerabilidad de la paraestatal ante la delincuencia organizada, las tomas clandestinas, fallas humanas u operaciones de mantenimiento, es claro que Pemex está muy lejos de contar con lineamientos de seguridad y atención de contingencias de manera oportuna y eficiente. Las equívocas respuestas sobre los cuestionamientos de varios diputados respecto a emergencias ambientales, el derrame de Oaxaca y el fatal y triste accidente en Reynosa, son muestra clara de que para Pemex el tema ambiental está relegado. 

Los numerosos derrames y accidentes registrados en lo que va del año, contrastan con las pretensiones de Pemex en la perforación en aguas profundas del Golfo de México y son muestra inobjetable de la incapacidad de la paraestatal para atender este tipo de emergencias. Cabe cuestionarse lo que sucedería si se suscitara un derrame petrolero en aguas profundas, ¿Escucharemos a Suárez Coppel decir con la misma simpleza de ayer “Todo está bien, no hubo afectaciones por derrame de crudo”? 

A propósito de simplezas, aprovecho para exhibir la falta de tolerancia a la libertad de expresión de la paraestatal, la cuenta oficial de Pemex me bloqueó en el Twitter a petición del usuario, tampoco me autoriza a ver contenidos de Pemex ni a seguirlos. Irremediablemente recordé esa frase de Gandhi que hoy parafraseo: “Primero te ignoran. Luego se ríen de ti. Luego te bloquean en Twitter.  Después te atacan. Entonces ganas.”

Notas:

(1) Dip. @RicardoMeb en la comparecencia del Director General de @PEMEX

https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=l2JWx8ZPDFQ#!.