Cuando me integre a Greenpeace como voluntaria, una de las primeras actividades que en las que tuve la oportunidad de participar fue en las recolecciones de agua para la escultura H2O. No imaginaba en qué consistía pero cuando nos platicaron el proyecto, me pareció increíble.

Realizar una escultura de la cuenca hídrica de méxico, donde se pudiera observar la calidad del agua de nuestros ríos, me parece una original forma de hacer consciencia.

Fuimos a diferentes ríos de la ciudad a recolectar agua. Yo asistí a la mayoría  ¡y fue una gran experiencia! Cada recolección fue diferente, la mayoría fueron divertidas, algunas complicadas y  a veces hasta arriesgadas por el lugar donde se encontraba el río  o la calidad del agua. Recuerdo  que algunos voluntarios se enfermaron  y eso llamó mi atención; me di cuenta de cómo las condiciones ambientales afectan la salud de las personas.

Cuando fuimos a los ríos limpios todo era felicidad; reímos, jugamos, nos divertimos, no importaba cuanto tiempo estuviéramos ahí pues disfrutamos de la naturaleza.  Al platicar esta experiencia más gente se quería sumar y ayudar.

En cambio, cuando fuimos a los ríos contaminados ¡la experiencia fue totalmente contraria!  Nadie quería estar por mucho tiempo,  el olor era insoportable, muy difícil de colectar el agua, y  si te caía agua ¡agh,era lo peor! El ánimo no era el mismo, nadie estaba alegre, sentías como una sombra, malestar al ver un lugar devastado por la actividad humana, te hace pensar “¿por qué y cómo llegamos a esto?, ¿cómo es que a nadie le importó antes?, ¿por qué las autoridades permiten este tipo de desastres?” Me hace preguntarme si éramos concientes de que al final todo lo que contaminamos se nos regresa,  en la contaminación del aire, de los alimentos de nuestra comida, en el agua misma.

 

Al menos en mí surgió el deseo de querer cambiar la situación y buscar formas menos dañinas y  más sustentables de vivir. Me encantaría tener bosques, ríos,  parques y animales dentro de la misma ciudad, que se vuelva un espacio verde y vivo.

Amo mi planeta, me maravilla saber que todo se  conecta, como todo es un ciclo que a su vez es parte de un ciclo aún más grande y completo: El de la vida. Estoy totalmente a favor de cualquier tipo de actividad que despierte esa conciencia, la preocupación y  el amor por el planeta.  A partir de esta actividad me di cuenta de que el agua  es un tema de gran importancia para mí y debería serlo para todos, ya que efectivamente “el agua es vida”.

Me da miedo pensar en un futuro en el que tengamos que pelear por un vaso de agua, pienso que es difícil que la gente ve la realidad del agua y proyectos como la escultura H2O que se expone actualmente en el Museo Interactivo de Economía (MIDE) ayudan a que las personas se hagan preguntas sobre el agua. Me da esperanza que cada vez seamos más los que queremos una ciudad y un mundo más verde, que seamos más conscientes y busquemos ser más armoniosos con la naturaleza, que cada vez seamos más los que queremos ríos vivos corriendo por la ciudad en lugar de ríos podridos, negros o entubados.

 

 

Tú también puedes actuar. Conviértete en un defensor del agua.