“Escuché en las noticias que no había ningún riesgo para las personas luego de la explosión que hubo aquí en Pajaritos. Eso dicen todos, que no pasa nada porque la nube negra ya se fue, que a lo mejor sólo nos daba dolor de cabeza y ya… pero mi niña, apenas pasó la explosión empezó a vomitar, luego mi esposo ha tenido tos y le sale sangre, y yo pienso que seguro que nos hace daño tanto químico que uno respira, si no ahora, pues luego”.

Esas son las palabras de Luisa, habitante del ejido Paso a Desnivel (justo enfrente de Pajaritos), madre de una niña de siete años y quien está esperando, en cualquier momento, dar a luz a su segundo hijo. “Será varón”, nos cuenta mientras toca su vientre que refleja los ya nueve meses de embarazo.

“Podrán decir lo que quieran pero yo no creo en las autoridades. Aquí sobrevivimos todos los días porque estamos rodeados de empresas químicas, o explota una o te intoxica otra, la verdad es que vivimos en medio de una bomba de tiempo”, dice con cierta resignación en la mirada.

El 20 de abril, día de la explosión en la planta Clorados III, Luisa se fue con su hija y su esposo hacia Tabasco, pero tuvo que volver. “Aquí está lo único que tenemos y nos hemos acostumbrado aunque yo  tengo miedo porque esta es la segunda explosión en esta fábrica y te duermes pensando cuándo será la próxima y si te dará tiempo de correr”.

Luisa es uno de los miles de mexicanos que vive en constante riesgo porque el accidente en Coatzacoalcos es sólo un ejemplo del pésimo manejo que se le da en nuestro país a las sustancias tóxicas peligrosas: no hay regulación suficiente, en nuestro país se permite el uso de miles de químicos prohibidas en otros países, no hay vigilancia suficiente del cumplimiento de los lineamientos de manejo de esas sustancias y eso, con explosiones o sin ellas, hace de este tipo de complejos petroquímicos un riesgo en sí para las comunidades donde se encuentran.

Para pedir que Luisa tenga información confiable de cómo afectará en su salud y la de su famila la explosión en Coatzacoalcos y el fortalecimiento de la regulación del uso de sustancias químicas peligrosas en el país firma AQUÍ