La alarma sonó de manera contínua, indicaba emergencia. La tripulación del barco debía moverse rápido, abandonar cualquier cosa que estuviera haciendo, ir por su chaleco salvavidas y estar en la cubierta del barco lo antes posible... afortunadamente era un simulacro. El sábado se llevó a cabo un entrenamiento de abandono del barco en caso de emergencia. Kevin Bell, tercer oficial a bordo, nos explicó como lanzar y operar las cápsulas de superviviencia en el mar. La vida de cada uno de los que conforman la tripulación es lo primero y cada uno debe aprender a cuidarse a sí mismo, el primer paso, seguir fielmente todas y cada una de las reglas de seguridad.