Por fin es domingo... un domingo en alta mar. Después de una dura semana de trabajo la tripulación del Arctic Sunrise tiene un día de paz. De lunes a sábado la rutina diaria es intensa: el despertador llama a las 7:30, nadie puede permanecer en cama, el desayuno está servido; a las 8:00 horas llega el momento de la limpieza general y a partir de entonces y hasta las cinco de la tarde, nadie se detiene ni un instante, a veces no se ve a nadie en cubierta, todos están trabajando en el cuarto de máquinas, en la cocina, en el proceso de purificación del agua, en la separación de la basura....pero hoy, hoy es domingo y si, la cubierta también está vacía, pero hoy están descansando.