Alimento para la mente

El accidente de Chernobyl provocó la emisión de radiactividad a gran escala. Amplias franjas de tierra en partes de lo que ahora es Ucrania, Bielorrusia y Rusia resultaron contaminadas. 25 años después, la atención del mundo se ha perdido.

Sin embargo, la contaminación no desaparece de un día para otro. En marzo de 2011, Greenpeace envió a un equipo de investigadores a una región de Ucrania a probar muestras de alimentos. La pequeña investigación piloto mostró que los principales alimentos que produce la región siguen contaminados con radiactividad.

En Rivenska Oblast, los niveles de partículas radiactivas en la leche y alimentos son en promedio dos veces mayor que el resto de los niveles máximos permitidos en Ucrania. Estas partículas se acumulan en el bosque, sobre todo en los hongos que son recogidos por la población local y después vendidos en los mercados. © Robert Knoth / Greenpeace

Chernobyl provocó amplia contaminación en partes de lo que hoy es Ucrania. 25 años después, el gobierno ucraniano ha detenido el monitoreo regular

La radiactividad emitida como resultado de las explosiones en la planta nuclear de Chernobyl causó severos problemas que afectaron a muchos países. En Ucrania, 18,000 kilómetros cuadrados de tierra cultivable resultaron contaminados. Se estima que un 40% de los bosques del país también fueron contaminados, totalizando 35,000 kilómetros cuadrados.

La radioactividad no se puede ver. Como era su costumbre, muchos habitantes simplemente siguieron comiendo frutas y vegetales, pescado, hongos y frutillas cultivadas en las zonas que se contaminaron después del accidente. Esto significó que su ingesta de elementos radiactivos fue entre 2 y 5 veces más alta que la establecida en los límites regulatorios.

Una de las mayores preocupaciones era la emisión, transporte y subsecuente depósito de cesio-137, un radionucleido de larga vida capaz de pasar a través de la cadena alimenticia y, por tanto, contaminar leche, pescado y otros productos. En los años que siguieron al accidente, el gobierno ucraniano realizó análisis regulares de los alimentos producidos en áreas contaminadas, mientras que el Ministerio de Emergencias y Asuntos de Protección de la Población publicaba los resultados.  Sin embargo, este monitoreo no se ha realizado en los últimos 2 años. Por tanto, no se está agregando un grupo importante de información de largo plazo.

Una investigación piloto sobre la situación actual: en marzo de 2011, un equipo de investigación de Greenpeace visitó Ucrania para probar la contaminación de alimentos

A fin de tener una idea más actualizada de la situación, Greenpeace diseñó y llevó a cabo una pequeña investigación piloto sobre la contaminación radionucleida de la comida en una región de Ucrania. En marzo de 2011, el equipo de investigación de Greenpeace visitó varios lugares en Rivnenska Oblast y Zhytomyrska Oblast para reunir muestras de alimentos producidos en dichas zonas y que componen en buena medida la dieta local. Con fines comparativos también se tomaron muestras de alimentos en otras zonas de Kiev y áreas cercanas. Un total de 114 muestras de productos alimenticios se compraron en mercados públicos o fueron entregadas para su análisis por los agricultores locales.

El estudio se concentró en áreas selectas de Ucrania donde se ha encontrado contaminación en los pasados programas de monitoreo. Aunque el estudio no pretendía ofrecer una descripción exhaustiva de la magnitud de la contaminación de los alimentos por radionucleidos en toda Ucrania o en alguna región en particular, de cualquier manera echa luz sobre problemas que siguen presentes en varias categorías de productos alimenticios. Estos son importantes componentes de la dieta básica de la población en áreas contaminadas con radionucleidos liberados por el accidente en Chernobyl de 1986.

Los resultados sugieren que no hay tiempo para la complacencia. Productos alimenticios clave siguen contaminados con radiactividad

Después de su investigación de campo, los científicos de Greenpeace concluyeron que los resultados de sus análisis muestran que productos alimenticios clave que se producen en la región siguen siendo contaminados con radiactividad. El cesio-137 parece ser el principal componente de esta contaminación, pero al menos una de las muestras sugiere que otros radionucleidos de larga vida pueden estar presentes. A continuación una selección de los hallazgos, reportando específicamente sobre aquellos alimentos con altos niveles –que exceden las normas ucranianias publicadas por el Ministerio de Salud en 2006– que fueron encontrados.

Leche y productos lácteos

  1. 14 de 15 muestras de leche (93%) de la localidad de Drozdyn, Rivnenska Oblast, sobrepasaban los  niveles aceptables para niños para cesio-137 en factores que iban de entre 1.2 y 16.3 veces.
  2. Una muestra de leche de Rudnya Zherevetska, Zhytomyrska Oblast mostró actividad de 60 becquerels por litro (Bq/lt). Si esta leche se le diera a un niño, excedería los niveles aceptables para niños para cesio-137 de 40Bq/l nuevamente en por lo menos la mitad.

Hongos salvajes y frutillas

  1. Dos muestras de hongos deshidratados de Zhytomyrska Oblast superaban el límite regulatorio, particularmente la muestra de Narodichi, en contenido de cesio-137 de 288000 Bq/l, el cual era 115 veces el límite para dicho producto. Esta muestra tenía el contenido más alto de cesio-137 de todas las consideradas en este estudio.
  2. Los hongos deshidratados conseguidos en el mercado Demydiv, Kyivska Oblast, tenían 4.4 veces más de los niveles aceptables para cesio-137, y los hongos deshidratados obtenidos en Novi Sokoly, Kyivska Oblast tenían 1.2 veces el límite de 2500 Bq/kg, que se fijó para hongos salvajes deshidratados y frutillas.
  3. Las frutillas de Zhytomyrska Oblast también mostraban un contenido elevado de cesio-137, incluidos los arándanos congelados, la mermelada de arándano y los arándanos deshidratados con 1.5, 4.4 y 4.8 veces el límite regulatorio para estos productos, respectivamente.
  4. De las 7 muestras de hongos deshidratados que se obtuvieron del poblado de Drozdyn, en Rivnenska Oblast, seis excedían los niveles aceptables de cesio-137 por un factor que variaba entre 1.3 y 7 veces.

Tubérculos y otros alimentos

  1. Una de cada 8 muestras de zanahorias del poblado de Drozdyn consideradas en el estudio excedían niveles aceptables de cesio-137 por un factor de 1.3 veces.
  2. 4 de 15 muestras de papas del poblado de Drozdyn consideradas en el estudio excedían los niveles aceptables para cesio-137 en factores de entre 1.2 y 1.7 veces.

Greenpeace sostiene que las comunidades afectadas deben recibir apoyo constante. La suspensión del monitoreo puede ser prematura.

Greenpeace ha identificado numerosas muestras que exceden los límites regulatorios en adultos y niños. Este resultado sugiere que suspender el programa de monitoreo regular es prematuro y peligroso.

Greenpeace sostiene que hay una urgente necesidad de una evaluación amplia y con base científica de la contaminación radionucleica en la tierra cultivable, y de un tratamiento para sanar los terrenos que se ha propuesto volver a utilizar en la agricultura. Más aún, se necesita, cuando sea posible, sanar los pastizales para el ganado,  a fin de prevenir futuras amenazas a la salud del pueblo ucraniano, que por 25 años ha consumido alimentos contaminados con radiactividad.

Si no se toman todas las medidas necesarias, el volver a utilizar en agricultura el terreno contaminado es potencialmente peligroso para la salud pública. Chernobyl no es sólo el terreno que cubre la actual zona de exclusión; un área mucho más amplia ha sido afectada –y lo sigue estando hasta el presente. Greenpeace sostiene que se necesita apoyo para las comunidades en todas las áreas sujetas a contaminación como resultado del desastre de Chernobyl. El apoyo debe continuar hasta que puedan regresar a una vida normal en un medio ambiente limpio.

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