Greenpeace acudió a la embajada de Brasil en México para pedir a la
presidenta Dilma Rousseff que vete las reformas al código forestal, que fueron aprobadas recientemente por el senado brasileño, ya que promueven la deforestación de la Amazonia. Los activistas llevaron un enorme rompecabezas de 1 x 2 metros con una imagen de los bosques de la Amazonia y un mensaje en inglés y español: Dilma, save the forest! (¡Dilma, salva los bosques!) También entregaron una carta dirigida al embajador Marcos Raposo Lopes, para que envíe el mensaje al gobierno brasileño. La entrega del mensaje se aderezó con música de mariachis.
Greenpeace