Senadores, nuestra biodiversidad no se vende.
En la última década se han fortalecido los estudios de
microorganismos patógenos presentes en la arena de mar en países como
Francia, Italia, Israel, España, Reino Unido, Nueva Zelanda y Estados
Unidos, en donde se ha encontrado la presencia de bacterias fecales,
enterovirus, salmonela, estafilococos y hongos.
“Si bien hasta la fecha no se ha definido una metodología única para
analizar la cantidad de bacterias fecales en la arena de mar, este
tipo de estudios están tomando cada día mayor relevancia en el ámbito
internacional. Sin embargo, en lo que respecta a México las normas y
las mediciones actuales se han enfocado en establecer los niveles de
bacterias contaminantes en el agua de mar, dejando de lado el hecho de
que muchos turistas tienen más actividades creativas en la arena,
especialmente los niños”, afirmó Alejandro Olivera coordinador de
la campaña de océanos de Greenpeace.
Está demostrado que los sedimentos como la arena funcionan como
fuentes de contaminación para las mismas aguas marinas, ya que
alrededor de 30 por ciento de las bacterias contenidas en la arena de
mar se resuspenden en el agua. El agua de mar contaminada puede
causar la contaminación de la arena de mar; ésta actúa como reservorio
de bacterias y con cualquier agitación las puede reincorporar al agua. Además, las bacterias patógenas e indicadoras de heces sobreviven
periodos más prolongados en la arena que en el agua de mar
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, en la
arena de mar se han aislado bacterias, hongos y parásitos y se ha
demostrado que la arena contaminada puede ser un reservorio de estos
microorganismos y ser causa de posibles infecciones.
En un análisis realizado en playas de California, EU, se encontró
que, un gramo de arena de mar puede contener hasta 10 mil entorococos,
y que ingerir esa porción es comparable al riesgo de beber 100 ml de
agua en los límites máximos de contaminación y contraer una enfermedad
infecciosa. Si bien no se ha documentado la capacidad infecciosa de
los agentes patógenos en la arena de mar y no se sabe el riesgo real
hacia la salud humana, lo que sí se sabe es que la supervivencia de
los microorganismos es mucho mayor en la arena que en el agua, ya que
es un ambiente más estable en sus condiciones de temperatura, humedad y
alimento. Otro estudio señala que después de una tormenta, las
bacterias persisten más en la arena que en el agua.
“Se desconoce por completo la situación en México. En otros países
se han encontrado evidencias a nivel experimental de la contaminación
de la arena, por lo que es necesario que se investigue el riesgo de
hacer uso recreativo de la arena de mar en las playas mexicanas”,
finalizó Olivera.
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