Noticia - 27 febrero, 2008
Ante la presión ejercida por el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) al Poder Legislativo para modificar la ley que protege a los manglares, activistas de Greenpeace exigieron al Consejo no destruir este ecosistema para construir hoteles.
Activista de Greenpeace, durante la acción en la sede del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), en donde se exigió no destruir manglares para construir hoteles.
Un miembro del cuerpo de seguridad trata sin éxito de bloquear a Activistas de Greenpeace durante la acción en la sede del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), donde la organización exigió no destruir manglares para construir hoteles.
Activistas de Greenpeace durante la acción en la sede del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), exigiendo no destruir manglares para construir hoteles.
Media docena de activistas de Greenpeace pegaron carteles con la leyenda "CNET promotor de la destrucción de manglares" afuera de las instalaciones de ese organismo, y exigieron a su presidente, Gordon Viberg, no presionar a los senadores para modificar el artículo 60 Ter de la Ley General de Vida Silvestre con el fin de poder destruir manglares.
“Exigimos al Consejo Nacional Empresarial Turístico, a los empresarios Gordon Viberg, Eduardo Sánchez Navarro, Oscar Amérigio López y Jorge Pallas que respeten los manglares y dejen de presionar a los legisladores para que modifiquen el artículo 60 Ter de la LGVS” dijo Alejandro Olivera, coordinador de la Campaña de Océanos de Greenpeace México.
Al CNET se le olvida que los manglares proporcionan servicios ambientales que van de los 200 a los 900 mil dólares por km2 al año. Las 655 mil hectáreas que aún existen en México de este importante ecosistema brindan servicios ambientales de al menos 1,310 millones de dólares anuales. Las cifras son superiores a la derrama económica que dejarían los desarrollos turísticos, si se toma en cuenta que el manglar es un ecosistema capaz de amortiguar los impactos en la costa ante fenómenos meteorológicos como inundaciones y huracanes.
Depredar el manglar es aumentar la vulnerabilidad en las zonas costeras de México y poner en riesgo a miles de personas que viven en esas regiones.
"Greenpeace considera que la compensación ambiental es prácticamente imposible de realizar. Los árboles de manglar se podrán plantar, pero jamás se reemplazará la biodiversidad y las funciones ecológicas del ecosistema. Un hotel jamás proporcionará los servicios ambientales que los manglares ofrecen" finalizó Olivera.
Te invitamos a firmar, vía internet la Declaratoria por la Protección de los Manglares, para así presionar al poder legislativo y al gobierno federal a llevar a cabo las acciones necesarias para no modificar el artículo 60Ter y que éste siga brindando protección al manglar. Hasta el momento hemos recolectado 9 mil firmas, mismas que se harán llegar a los legisladores y a Juan Elvira, titular de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Ayúdanos a defender el manglar. Firma aquí.
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