Contribuye turismo a cambio climático; México hace caso omiso

Noticia - 26 septiembre, 2008
Greenpeace explica que a pesar del llamado de la Organización Mundial de Turismo a que los países modifiquen sus hábitos en este sector y reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, esta tendencia no está plasmada en las políticas públicas en México

El malecón de Cozumel.

Tras el paso de Wilma por Cancún.

El hotel Sheraton contaba con 471 lujosas habitaciones distribuidas en dos edificios con forma de pirámide, que quedaron convertidos en ruinas.

El turismo contribuye con el cinco por ciento del total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que se generan en el mundo y que provocan el cambio climático, en tanto que los impactos de este fenómeno ya están afectando diversos destinos vacacionales en México, reveló Greenpeace en el informe Del cambio climático al desastre turístico.

El informe fue liberado en inglés y español en la víspera del Día Mundial del Turismo (27 de septiembre), que tiene como lema para este año: “El turismo afronta el reto del cambio climático”.

Greenpeace explica que a pesar del llamado de la Organización Mundial de Turismo a que los países modifiquen sus hábitos en este sector y reduzcan sus emisiones de GEI, esta tendencia no está plasmada en las políticas públicas en México. Más aún la Declaración de Davos llama a las naciones a tomar medidas urgentes de adaptación y mitigación ante el cambio climático en el rubro del turismo y México ha hecho caso omiso.

“México no ha sido parte ni ha mostrado intenciones de firmar la Declaración de Davos, y no hay indicios de que el gobierno federal esté preparando acciones de adaptación y mitigación del cambio climático en la industria turística. Es urgente desarrollar un marco legal capaz de evitar la destrucción de los ecosistemas fundamentales para México, en particular de las costas, y es necesario asegurar que se cumpla la normatividad existente sobre estos temas”, afirmó Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos y costas de Greenpeace México.  

Huracanes de mayor intensidad, sequías, inundaciones y erosión costera son sólo algunas de las consecuencias del cambio climático y que ya son palpables en nuestro país. Esto repercute principalmente en el turismo de sol y playa, que es el que tiene mayor demanda; después de la Ciudad de México, los destinos que reciben más turistas son: Cancún, Los Cabos, Puerto Vallarta, Acapulco, Mérida, Mazatlán, Cozumel, Ixtapa y Tijuana.  

Golfo y Mar Caribe, los más afectados

El Instituto de Geografía de la UNAM prevé que con el cambio climático aumentará el nivel medio del mar y que se afectará principalmente a la costa del Golfo de México y Mar Caribe, mientras que en el noroeste las sequías serán más intensas.

En 2007, este Instituto identificó cinco zonas vulnerables al ascenso o descenso del nivel del mar en el Golfo de México. Por poner un ejemplo, en la actualidad, de los 190 kilómetros de costa tabasqueña, 100 kilómetros sufren erosión costera y el mar se ha “llevado” franjas de hasta 200 metros de playa.

“La erosión no cesa en la Riviera Maya y las playas desaparecen. Los hoteleros en su desesperación por perder las playas han violado la legislación ambiental, al traer arena de otras zonas costeras afectando a otros ecosistemas cercanos. Lo que sucede en Cancún es ejemplo de la falta de planeación y mal diseño de políticas públicas en cuanto a la interpretación de la zona de influencia marina, lo que ha provocado la construcción de hoteles en ecosistemas costeros y en la zona de dunas”, dijo Olivera.  

Las sequías se sentirán, principalmente, en el norte y el noroeste (Golfo de California). Para 2030 se estima que los impactos potenciales del cambio climático en el agua afectarán, con una “situación crítica”, a Baja California, Baja California Sur y Sonora, así como una “fuerte presión” en Sinaloa, Nayarit y Jalisco (5). Si no se toman las medidas necesarias, esto traerá consecuencias negativas para los destinos turísticos de la región, que están creciendo a ritmos acelerados: Los Cabos, La Paz, Loreto, Bahía de Los Ángeles, Puerto Peñasco, Guaymas, Mazatlán, la Riviera Nayarita y la Bahía de Banderas.

En el Golfo de California, por lo menos, hay 15 acuíferos sobreexplotados: La Paz, Los Planes, Santo Domingo, Mulegé, y Rosarito, en Baja California Sur; el valle de Mexicali, en Baja California; la Mesa Arenosa de San Luis Río Colorado, Sonoyta, Caborca, Arivaipa, Costa de Hermosillo, Sahuaral, San José de Guaymas, Cocoraque y Fuerte-Mayo, en Sonora.  

“Los impactos del cambio climático y el desordenado crecimiento del turismo en México son factores que afectan al ecosistema litoral y marino. Los turistas se encuentran cada año con un entorno físico modificado y esto incide en su decisión sobre cuál destino visitarán. Cada vez nos sale más caro tener las playas en buen estado y esto ahuyenta al turismo. Es urgente regular y actuar en esta problemática”, finalizó Olivera.

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