La protesta pacífica se llevo a cabo en demanda de una respuesta inmediata a la denuncia ciudadana presentada desde septiembre de 2009 ante Profepa en contra de Ecoltec por las fugas y emanación de olores insoportables e incendios que han afectando la salud de la población de los municipios de Apaxco y Atotonilco, estados de México e Hidalgo, respectivamente.
Obsequian a Profepa residuos peligrosos de Ecoltec
“PROFEPA: haz tu trabajo. ¡Fuera Ecoltec de Apaxco!” se leía en la manta desplegada por Greenpeace mientras un grupo de seis activistas tumbados representaban a las víctimas de los daños que ocasiona la actividad de Ecoltec en la región ya que mezcla desechos peligrosos para preparar combustible alterno utilizado en los hornos cementeros de Holcim Apasco, empresa de la cual forma parte.
“Los ciudadanos de Apaxco y Atotonilco presentaron desde septiembre de 2009 una denuncia popular contra Ecoltec. El plazo para dar respuesta a esta denuncia se venció en marzo, hace cinco meses, y desde entonces la Profepa ha guardado silencio. Ante tal ineficiencia, las comunidades ampliaron la denuncia y dieron pruebas adicionales en torno a la posible existencia de un dren clandestino; falta de equipo para capturar los compuestos orgánicos volátiles (COV); irregularidades en la licencia ambiental única (LAU) y en la revisión general de las condicionantes de los permisos otorgados a la procesadora de residuos peligrosos Ecoltec en los meses de abril y mayo de este año y la autoridad sigue en silencio”, denunció Cecilia Navarro, directora de comunicación de Greenpeace México.
Cabe destacar que entre diciembre de 2003 y mayo de 2009, los vecinos afectados reportaron 15 incidentes de malos olores y emisiones tóxicas, resultado del mal manejo de residuos peligrosos. Pese a las peticiones y denuncias ciudadanas, la empresa no tomó medidas para evitarlos, por el contrario, minimizó los reclamos de ciudadanos que han sufrido desmayos, irritación en vías respiratorias, ojos y piel, entre otros efectos debido a las emanaciones. Peor aún, abundó Navarro, “pese a los casos documentados de afectaciones a la salud de la gente, la empresa cuenta con un certificado de industria limpia, otorgado por la Profepa”.
La ley mexicana es muy clara respecto al manejo de residuos peligrosos. De acuerdo con el artículo 54 de la Ley general para la prevención y gestión integral de los residuos “se deberá evitar la mezcla de residuos peligrosos con otros materiales o residuos para no contaminarlos y no provocar reacciones, que puedan poner en riesgo la salud, el ambiente o los recursos naturales”.
La propia Profepa hizo una inspección a Ecoltec (número OF/SDIV/363/2005, de junio de 2005), en la que señala que la empresa: "no registra en las bitácoras de generación de movimientos de entradas y salidas del almacén de residuos peligrosos de agua con aceite, solventes y reactivos varios; no identifica adecuadamente los sólidos impregnados y envases vacíos, falta de características de peligrosidad; [y] ni presenta Plan de Acción Anual según lo requiere el Plan de Prevención de Accidentes".
De los casos documentados sobre el mal manejo de residuos por parte de la filial de la transnacional Holcim Apasco, destacan tres incendios: en diciembre de 2003, en septiembre de 2007 y en mayo de 2009, así como varias fugas de monómero de acrilato, un residuo peligroso generado por las industrias químicas y de pinturas que es muy flamable, irritante para piel y mucosas y ocasiona cuadros de intoxicación aguda en las vías respiratorias.
“¿Por qué entonces la Profepa no ha actuado ante la serie de eventos ocurridos constantemente y ante estas irregularidades que apuntan a un desempeño ilegal de Ecoltec con el que se pone en riesgo a la gente y al ambiente?”, cuestionó Navarro.
“La inacción de la autoridad ambiental propició que la propia comunidad afectada se organizara para evitar que Ecoltec continuará contaminando y acabando con la salud de la gente. ¿Hasta cuándo va a cumplir su responsabilidad y a garantizar a los habitantes de Apaxco y Atotonilco un ambiente sin amenazas de contaminación para que la población pueda regresar a sus casas en lugar de permanecer en plantón bloqueando una industria que debía ser cerrada por la Profepa”, preguntó Navarro.
La Profepa debe dejar de justificarse con el argumento de que la propia comunidad, con su campamento instalado a la puerta de la empresa les impide acceder a tomar muestras para poder atender la denuncia interpuesta contra Ecoltec y dar la respuesta requerida por la comunidad: el cierre de Ecoltec debido a su mal manejo de residuos peligrosos y la cancelación de los permisos de uso de residuos peligrosos como combustible alterno en los hornos cementeros.
Invitación a pedirle a Profepa que actúe
Junto con esta pacífica demostración, Greenpeace reiteró que está vigente una ciberacción dirigida al procurador Patricio Patrón Laviada, en la que le pide acatar su mandato de proteger al ambiente y dar respuesta a la denuncia interpuesta por la comunidad respecto al mal desempeño ambiental de Ecoltec y las afectaciones de salud que ha causado. La ciberacción está disponible aquí. Hasta ahora, 7,066 personas le han escrito al procurador exigiéndole actuar.
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