Se expande pesca depredadora al norte del planeta

Noticia - 10 junio, 2010
Ahora que las aguas gélidas del océano Ártico han comenzado a derretirse, como resultado del aumento de la temperatura producto del cambio climático, la industria pesquera internacional se ha fijado como nuevo objetivo el hacer explotación comercial de las poblaciones de peces que por cientos de años estuvieron resgardados por el hielo.

Por ello, Greenpeace al inicio de la segunda etapa de la expedición El Ártico bajo presión, expondrá los peligros que representa la explotación pesquera en esta zona, aún no explorada por la ciencia y que se está modificando debido al aumento de la temperatura y al contacto con el hombre.

El barco Esperanza, de Greenpeace, navega ahora por el norte de Svalbard, donde los buques pesqueros pretenden capturar cada año mayores cantidades de especies como el bacalao y el abadejo, que son atractivos para mercados internacionales. Acompañan a la expedición, varios ministros de Medio Ambiente de los países que conforman el Consejo del Ártico, que se reunen en Groenlandia para discutir cómo proteger la región.

El barco Esperanza se encuentra en el Ártico

El barco Esperanza se encuentra en el Ártico realizando la expedición: "El Ártico bajo presión"

La expedición documentará  una zona conocida como Pesca de Protección, en Svalbard, que es gestionada por Noruega, pero que también es explotada por pesqueros de Rusia, España, Portugal, el Reino Unido, Alemania, Francia e Islandia. El área es adyacente a una de las pesquerías más grandes del mundo, donde se capturan aproximadamente 600 mil toneladas de bacalao y 230 mil toneladas de abadejo cada año. Como el hielo marino se derrite a causa del cambio climático, provocado por la actividad humana, los buques pesqueros están continuamente acercándose más hacia el norte, arrasando con las poblaciones pesqueras y destruyendo los ambientes marinos.

Los buques pesqueros que operan en esta área usan equipos de arrastre que dañan el lecho marino y afectan la biodiversidad, incluyendo los corales de agua fría y campos de esponjas. Las áreas más al sur, como en la Sierra Egga y los campos de esponja en el Banco Tromsø ya están sufriendo daños.

La documentación que realiza la expedición de Greenpeace El Ártico bajo presión  contribuirá a una mayor comprensión científica de los ecosistemas y biodiversidad existente en la zona y proporcionará a los funcionarios encargados de temas pesqueros la evidencia de por qué estas aguas necesitan más protección.

Greenpeace hace un llamado para que la zona del Océano Ártico, históricamente protegida durante todo el año por el hielo, sea cerrada a la actividad industrial, incluida la pesca destructiva.