Noticia - 5 diciembre, 2011
París, Francia.- Justo al amanecer, activistas de Greenpeace irrumpieron en la central nuclear de Nogent-sur-Seine, ubicada a 95 km al sureste de París, el objetivo fue enviar un claro mensaje sobre las nulas condiciones de seguridad en estas instalaciones.
"Con esta acción no violenta, Greenpeace muestra cómo las instalaciones nucleares francesas son vulnerables. Los activistas lograron llegar al corazón de la central nuclear. Esta es la prueba flagrante de que los dispositivos de seguridad existentes son insuficientes. Sin embargo la auditoría de la Seguridad Nuclear, no toma en cuenta el riesgo intrusión humana. Esto es muy inquietante", señaló Sophia Majnoni de Intignano, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace Francia.
Tras la catástrofe de Fukushima, en Japón, el gobierno francés encargó una auditoría para verificar la seguridad de las instalaciones nucleares francesas, misma que fue adjudicada a las empresas nucleares CEA, EDF y Areva, y sus resultados serán analizados por la autoridad de Seguridad Nuclear a finales de año. Esta auditoría se limita al estudio de los problemas ocasionados por fenómenos naturales como terremotos o inundaciones, accidentes de avión, de riesgo terrorista, virus informáticos, pero ningún riesgo de agresión externa contra natura es tenido en cuenta.