Noticia - 27 septiembre, 2011
Copenhague, Dinamarca. 20 activistas de Greenpeace que tomaron acción pacífica y directa para proteger el Ártico fueron declarados culpables de allanamiento y multados por una Corte de Groenlandia luego de haber escalado una de las plataformas más grandes del mundo. Además, 18 de los activistas también fueron declarados culpables de irrumpir en la zona de seguridad alrededor de la plataforma.
En mayo del 2011, voluntarios de Greenpeace de nueve países abordaron la plataforma Leiv Eriksson de 53,000 toneladas en las aguas gélidas al oeste de Groenlandia para demandar que la empresa del Reino Unido, Cairn Energy, publique su plan para lidiar con un derrame petrolero en el Ártico. Aunque los activistas fueron arrestados, sus acciones despertaron interés mundial, y la presión acumulada con más de 100,000 personas firmando una petición pidiendo que el documento sea revelado. El gobierno de Groenlandia finalmente publicó el plan en Agosto.
“Asumimos toda la responsabilidad por nuestras acciones pacíficas para proteger el Ártico”, dijo uno de los activistas de Greenpeace, Ben Ayliffe. “Cairn Energy admite que un derrame en este ambiente frágil y único sería catastrófico; es una locura el permitir a tales empresas imprudentes perforar en esta zona en búsqueda de más petróleo, el cual es la causa de que la zona se esté derritiendo en primer lugar. Nuestra campaña para hacer del norte congelado una zona restringida para la industria petrolera continuará”.
El plan de derrame de Cairn Energy – el cual intentó mantener secreto – admite que cualquier operación de limpieza tendría que detenerse por completo durante el largo invierno ártico, mientras que técnicas tradicionales de recuperación que utilizan grúas y palas no serían efectivas en aguas gélidas. Cairn notó que las técnicas de limpieza pueden ser tan dañinas que sería mejor dejar a algunas playas con petróleo a “recuperarse naturalmente”, agregando que trataría de cortar pedazos de hielo con petróleo para derretirlos en almacenes con calefacción. El plan también muestra que un derrame causaría problemas devastadores para la vida silvestre del Ártico, como narvales y colonias de procreación de frailecillos y alcas.
Por unos días, activistas de Greenpeace impidieron que la plataforma de Cairn Ebergy llevara a cabo sus trabajos de perforación. © Greenpeace
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