Noticia - 19 septiembre, 2013
Mar de Pechora, 19 de septiembre de 2013 - El Servicio de Guardacostas de Rusia ha subido al barco de Greenpeace, el Arctic Sunrise, y ha arrestado a los 25 activistas a bordo, después de la protesta pacífica que realizó ayer esta organización, contra las operaciones de perforación de la petrolera Gazprom en el Ártico.
Con el uso de un helicóptero y cuerdas, los elementos de la Guardia Costera –armados- abordaron el barco y comenzaron a detener a los activistas, juntándolos en el helipuerto donde los mantuvieron de rodillas mientras les apuntaban con armas de fuego.
Al momento que los guardacostas tomaron el barco, el Arctic Sunrise se encontraba en las inmediaciones de la plataforma Prirazlomnaya de Gazprom y de acuerdo con las coordenadas el barco estaba dentro de la Zona Económica Exclusiva de Rusia (ZEE), lo que significa que toma de la Guardia Costera de Rusia es ilegal.
El director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, dijo:
"pedimos al presidente Putin frenar a la Guardia Costera y ordenarles que guarden sus armas y se retiren. Somos una organización pacífica y nuestra protesta no merece este nivel de agresión".
El Ministerio de Asuntos Internacionales de Rusia afirmó que la intervención de la Guardia Costera durante la protesta del miércoles se debió a que el Arctic Sunrise representaba una amenaza al medio ambiente y la seguridad - una aseveración que Greenpeace Internacional cuestiona fuertemente.
"La Guardia Costera ha abordado nuestro buque con armas de fuego, amenazó a nuestros activistas a punta de pistola y disparó hacia nuestro barco 11 tiros de advertencia por lo que esa es la verdadera amenaza para la seguridad aquí”, dijo Ben Ayliffe, responsable de la campaña de petróleo en el Ártico de Greenpeace Internacional.
La perforación de petróleo aquí en el Ártico es un riesgo ambiental que debe detenerse y por eso Greenpeace Internacional vino a este sitio en una acción pacífica para defender el medio ambiente en nombre de los millones de personas de todo el mundo que se oponen a las operaciones de perforación.
"No se equivoquen, la verdadera amenaza para el Ártico no proviene de Greenpeace, sino de las compañías petroleras como Gazprom que están decididos a ignorar la ciencia y el sentido común para perforar los mares congelados en aguas remotas", concluyó Ayliffe.