¡Bienvenido a casa!

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Noticia - 12 agosto, 2014
Después de 300 días bajo custodia del gobierno ruso, el Arctic Sunrise volvió a casa. El rompehielos de Greenpeace estuvo detenido ilegalmente en Rusia tras participar en una acción directa y pacífica en contra de la petrolera estatal Gazprom, por sus intentos de perforar el primer pozo de petróleo en las aguas heladas del Ártico.

Con una recepción modesta pero emotiva, el Arctic Sunrise arribó a Ámsterdam, donde fue recibido por cientos de personas, entre ellas, algunos de los llamados “30 del Ártico” quienes pasaron meses en una prisión de Rusia el año pasado al ser acusados, primero de piratería y después de vandalismo por participar en la protesta contra Gazprom.

"Este es un día feliz para mí, para mis amigos y para los millones de personas en todo el mundo que participaron en la campaña por la liberación de los 30 del Ártico y el Arctic Sunrise", dijo la activista holandesa Faiza Oulahsen.

"Las empresas y gobiernos que tratan de explotar esta región vulnerable con fines de lucro han tratado de silenciar el creciente llamado para proteger el Ártico para las generaciones futuras. Pero no han tenido éxito y no lo tendrán. El Arctic Sunrise navegará de nuevo. A estas alturas más de 5 millones de personas en todo el mundo se han pronunciado para la protección del Ártico", añadió.

En pocos días, el Arctic Sunrise se trasladará a un astillero en Ámsterdam para reparaciones urgentes. A pesar de que el capitán Daniel Rizzotti y su equipo han trabajado duro durante varias semanas en Murmansk para que el Arctic Sunrise navegue de nuevo, hay mucho por hacer. Será hasta dentro de dos semanas que Greenpeace podría tener una idea completa de la magnitud de los daños.

Por ahora, celebremos que el Arctic Sunrise ¡Ha vuelto a casa!

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