Noticia - 11 agosto, 2014
Tras la promulgación de la reforma energética, México enfrenta grandes desafíos ambientales y sociales frente a la fracturación hidráulica (fracking) en todo el país, la posible utilización de energía nuclear –disfrazada como limpia- para la generación de electricidad, la exclusión de las energías renovables y los abusos contra campesinos y comunidades con la creación de figuras legales como la "servidumbre legal, ocupación o afectación superficial de tierras".
Sin embargo, no todo está perdido. El respaldo de 50 mil personas que firmaron en www.renovablesya.org para exigir mejores condiciones y criterios ambientales en la elaboración de las leyes secundarias, se logró entre otras cosas, que las Áreas Naturales Protegidas quedaran excluidas de las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos.
Conseguimos también que la Agencia Nacional de Seguridad Industrial de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos pueda, incluso, revocar permisos de obras que pongan en riesgo ecosistemas y deberá imponer a las empresas criterios de restauración de suelos para evitar que contaminen las tierras y después las abandonen dejando el problema a las comunidades.
Además de incluir a la Secretaría de Salud como parte del Consejo Técnico de la Agencia para la toma de decisiones en caso de que haya riesgo potencial a la salud pública y que notifique a la PGR cualquier hecho que pudiera constituir un delito contra el ambiente en las actividades del sector hidrocarburos.
Estos logros son en beneficio de nuestro medio ambiente y sin el aval de miles de personas no se hubieran conseguido. Nos falta mucho camino por recorrer, pero hemos dado los primeros pasos para exigir cambios reales y saber que podemos lograrlos.
Ahora no podemos bajar la guardia, debemos continuar alzando la voz y evitando atropellos pero también proponiendo soluciones. Únete a Greenpeace y cientos de miles de personas para que juntos #CambiemosMéxico.
