Preguntas frecuentes sobre lámparas de bajo consumo

Elaborado por los miembros de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace.

Aquì compartimos las respuestas a las preguntas que frecuentemente se realizan sobre lámparas de bajo consumo.

Preguntas frecuentes sobre Lámparas de Bajo Consumo  
  • 1) ¿Qué relación hay entre el consumo de energía y el cambio climático?


    La energía proviene principalmente de los combustibles fósiles. La quema de estos combustibles (petróleo, gas y carbón) es la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el Cambio Climático.

    Hay consenso científico que determina que no podemos aumentar más de 2° C la temperatura global. Tenemos un máximo de 8 años para actuar y revertir esta tendencia.

    Para mitigar los graves efectos que implican un aumento de 2° C, necesitamos una verdadera [r]evolución energética, un cambio radic
    al en la generación, distribución y consumo de la energía. Los pilares de esta [r]evolución son la eficiencia energética y el uso de las fuentes de energías limpias y renovables.

    La eficiencia energética es una de las herramientas más poderosas para combatir el Cambio Climático. Permite obtener resultados significativos inmediatamente.

    El cambio de lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo es una medida que permite ahorros importantes en muy corto plazo. Una meta de abandono de lámparas incandescentes como la que proponemos implica evitar la construcción de varias central
    es eléctricas, ahorrar recursos no renovables y evitar la emisión de gases de efecto invernadero. El uso inteligente, no la privación, es la filosofía básica de la eficiencia energética.

  • 2) ¿Las lámparas de bajo consumo (LFC) son más caras?


    Las lámparas incandescentes cuestan en el mercado entre $ 1,50 y $ 2,50 y duran unas 750 horas, las LFC (bajo consumo) cuestan entre $10 y $15 pesos pero su vida útil es entre 5.000 y 12.000 horas. Si bien la inversión necesaria para reemplazarlas es más elevada y no se amortiza en el corto plazo dado el actual bajo precio de la energía eléctrica, el impacto en la reducción de la demanda es tan relevante que siempre resultan menos costosas. La inevitable suba en los precios de la electricidad en los próximos años hará mucho más redituable el reemplazo por LFC.

  • 3) ¿Cuál es la lámpara de bajo consumo que reemplaza mi incandescente?


    INCANDESCENTE BAJO CONSUMO (LFC)

    40 W ….…..…………. 7 W
    60 W ………………….. 11 W
    75 W ………………….. 15 W
    100 W …………………. 20 W
    120 W …………………. 23 W


  • 4) ¿En qué países se han prohibido las lámparas incandescentes?

    Entre los países que han prohibido la comercialización de lámparas incandescentes se encuentran:


    + Australia prohibió las lámparas comunes a partir del año 2010.


    + En Europa, Irlanda ha prohibido la venta de lámparas incandescentes a partir de enero de 2009, adelantándose a la prohibición de la Unión Europea.


    + Canadá ha decidido prohibir la venta de luces incandescentes para el 2012.


    + En EEUU, el estado de California ha decidido prohibir a partir del 1 de enero de 2012 la venta de lámparas incandescentes; en Carolina del Norte se estableció la prohibición a partir del 1 de enero del 2016 de la venta de lámparas incandescentes de uso general y en Rhode Island prohibir a partir del 1 de junio de 2012, la venta de lámparas.


    Asimismo un comité del senado de los EE.UU. trabaja sobre una propuesta que retirará paulatinamente las lámparas incandescentes en 10 años.


    + La Unión Europea dictó la prohibición total para la producción y comercialización de lámparas incandescentes para 2012. El calendario de prohibiciones comenzó en septiembre de 2009 con la prohibición de las lámparas de 100 watts, luego en septiembre de 2010 se prohibieron las lamparitas de más de 75 watts y en el 2011 se eliminarán del mercado las de 60 watts.


    + Rusia estableció prohibir a partir de 2011, la venta y uso de bombillas incandescentes de más de 100 vatios. A partir del 1 de enero de 2013, prohíbe la venta y uso de las bombillas incandescentes de más de 75 watts y para el 1 de enero de 2014 la venta y uso de todas las bombillas incandescentes.


    + China anunció el abandono de las lámparas incandescentes en menos de 10 años, siendo el productor del 70% de estas lámparas. El impacto de esta medida puede ser importantísimo ya que sólo el 15% de los hogares chinos poseen LFC.


    + El Gobierno de Taiwán decidió la prohibición de la producción de lámparas incandescentes a partir de 2010 y erradicará su uso a partir de 2012.


    + Filipinas, estableció el reemplazo obligatorio de: todos los tubos de 40 watts por lámparas fluorescentes de 36 watts; todos los tubos de 20 watts por lámparas fluorescentes de 18 watts; todos los balastros electromagnéticos, y todas las lámparas incandescentes por LFC.


    +En América Latina los países pioneros han sido Cuba, Venezuela y Nicaragua que han iniciado planes de sustitución de lámparas muy ambiciosos que conducen a su total reemplazo.


    Colombia decidió prohibir a partir del 1 de enero de 2011, la importación, distribución, comercialización y utilización de fuentes de iluminación de baja eficacia lumínica.


    Honduras decidió prohibir a partir de enero de 2010, la compra-venta e ingreso al territorio nacional del foco incandescente normal para iluminación.


    El gobierno de Perú, decidió reemplazar las lámparas incandescentes por lámparas fluorescentes en el sector público.

  • 5) ¿Prohibir las lámparas incandescentes realmente representa una diferencia?

    El uso eficiente de la energía es reconocido como la medida más efectiva, a corto y mediano plazo, para lograr una reducción significativa de las emisiones de CO2 y de otros gases de efecto invernadero. Argentina es uno de los países de Latinoamérica con más emisiones de CO2 per capita. Esta casi todo por hacer en materia de eficiencia energética.

    La iluminación es una parte importante del consumo eléctrico en el sector residencial, comercial y público (entre el 20% y 35%).
    Las inversiones realizadas en los distintos sectores a partir del cambio de luminarias no implican un gasto adicional importante. Este permite ser amortizado en poco tiempo obteniéndose beneficios y ahorros considerables para el usuario.

    La iluminación eficiente puede reducir tanto el consumo de energía como la demanda de potencia. La promoción de lámparas de bajo consumo puede ayudar a postergar inversiones en la expansión del suministro eléctrico, importante para reevalua
    r el plan del gobierno basado en las peores opciones ambientales.

    Como primer paso hacia una política decidida en eficiencia energética se debe eliminar definitivamente el uso de lámparas incandescentes y pasar al uso generalizado de Lámparas Fluorescentes Compactas como un medio para reducir rápidamente el consumo eléctrico y responder a la presente crisis de suministro que el país atraviesa. Esto representa una mejora en el consumo energético a mediano y largo plazo.

    Si hiciéramos un reemplazo de lámparas sólo en el sector residencial conseguiremos un ahorro anual del doble de lo que produce la Central Atómica Atucha I. Si se aplicase un programa aún más intenso en el cambio de luminarias en el sector residencial y lo extendiésemos a los sectores públicos y comerciales, podríamos evitar una demanda de energía similar a la generación que se estima para la planta atómica de Atucha II. Con programas más intensos de eficiencia energética se podrían evitar varias centrales de energía, economizando así recursos económicos y naturales.

  • 6) ¿Las LFC que se comercializan son solamente de luz fría (blanca azulada)?


    Existen lámparas de bajo consumo de diferentes temperaturas de color pudiendo optar por lámparas frías con tono azulado o “cálidas” similares a las lámparas incandescentes. Lo que permite una iluminación agradable y adecuada en todas sus aplicaciones.

  • 7) ¿Cuánto duran las LFC?


    Las asociaciones de fabricantes indican rangos de vida útil entre 5000 y 12000 hs y de eficacia entre 60 y 80 lm (lúmenes), sin embargo hay en el mercado muchas variaciones en función del modelo, fabricante y fecha de fabricación. Esto ha llevado internacionalmente a desarrollar estándares de eficiencia, así como implementar mecanismos de certificación como forma de ayudar a los consumidores a diferenciar las eficiencias energéticas entre los diferentes modelos de LFC disponibles en el mercado, bajo condiciones de confiabilidad y calidad.

    Recomendamos ver el estudio hecho por el INTI sobre la calidad de las lámparas de diferentes marcas a la venta en Argentina: http://www.inti.gov.ar/novedades/inf-tec.pdf

  • 8) ¿Cuáles son los impactos ambientales positivos de utilizar las LFC?


    Los potenciales beneficios del ahorro energético se traducen en la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, la conservación de recursos naturales, y la disminución de emisiones de mercurio que se producen en la quema de combustibles fósiles para la generación de energía.

  • 9) ¿El encendido y apagado frecuente perjudica la vida útil de la LFC?


    Las LFC modernas, que están a la venta actualmente, no demandan mayor energía en el encendido. Las LFC, consumen menos energía que las incandescentes mientras están encendidas, y duran entre 6 y 8 veces más. Por eso siempre es conveniente usarlas.

    Sin embargo, el encendido y apagado frecuente disminuye la vida útil de las LFC, idealmente los primeros reemplazos hay que hacerlos en los sitios en las que la luz esta encendida durante mas tiempo (cocina, sala, comedor).

  • 10) ¿Las lámparas fluorescentes de bajo consumo provocan fatiga visual por parpadeo?

    No. La razón es que en la base de las mismas se ubica un “balastro electrónico” que convierte la corriente eléctrica alterna en corriente continua y luego un oscilador la convierte en corriente alterna a una frecuencia de 20.000 a 60.000 ciclos por segundo. Esto anula el parpadeo y el efecto estroboscópico que resultaría en riesgos en sitios de trabajo.     

    Los antiguos tubos fluorescentes producían un parpadeo de 50 hertz similar a la corriente alterna de la red doméstica.

    Eso generaba un parpadeo apenas perceptible pero que resultaba molesto para la vista y además provocaba un efecto estroboscópico
    peligroso en lugares de trabajo donde funcionaban máquinas, ya que el parpadeo se puede sincronizar con la velocidad de giro de las partes móviles de las máquinas creando la ilusión óptica de que no están funcionando, cuando en realidad se están moviendo.

    Con los balastos electrónicos nada de eso sucede.

  • 11) ¿Qué pasa con el mercurio que contienen las LFC?


    Si bien las LFC contienen mercurio, la cantidad que cada una posee es de alrededor de 2mg., esto es, mil veces menos que un termómetro clínico y cien veces menos que un clásico tubo fluorescente, según el INTI. El mercurio es un material peligroso que tiene efectos bioacumulativos en toda la cadena trófica por lo cual es indispensable tomar precauciones.

    Es por ello que junto al plan de recambio de lámparas incandescentes por las de bajo consumo es imprescindible la instrumentación de un plan de recolección diferenciada, considerando a estas lámparas como residuos electrónicos. Existen al respecto innumerables experiencias a nivel mundial que podrían servir como ejemplo.

    Pese a eso, la utilización de LFC reduce ampliamente el impacto ambiental por el ahorro de energía que conlleva, lo que reduce la utilización de combustibles que también emiten mercurio y otros elementos contaminantes, y en una cantidad mayor; y las emisiones de gases efecto invernadero.

    Todos los estudios de análisis de ciclo de vida completo (desde la fabricación hasta disposición final) muestran un balance ambientalmente positivo con las LFC.

    Para ampliar información sobre este tema se recomienda ver:

    -“Las lámparas de bajo consumo no son nocivas, según el INTI no se debe temer usarlas”. Nota del Diario La Nación, Información General, 11 de enero de 2008. http://www.lanacion.com.ar/977989

    -“Estudio de Impactos en el Ambiente debido al uso intensivo de Lámparas Fluorescentes Compactas” realizado por el Grupo “Energía y Ambiente” del departamento de Electrotecnia, Facultad de Ingeniería de la UBA, mayo de 2006.
    http://energia3.mecon.gov.ar/contenidos/verpagina.php?idpagina=2523 .

     

  • 12) ¿La prohibición de las lámparas incandescentes provocará el cierre de fábricas y pérdida de empleos?

    Desde el inicio de nuestra campaña hemos estado en contacto con la empresa Osram que es la única fábrica de lámparas en Argentina. Según lo expresado por sus directivos, el cierre de la planta de Argentina es previsible dada la tendencia del mercado al reemplazo de las lámparas incandescentes. El cese de la fabricación de lámparas incandescentes es una tendencia global. Es una tecnología que tiene sus días contados en todo el mundo y su desaparición es sólo una cuestión de tiempo. La política de Osram es el aumento progresivo en la producción de lámparas fluorescentes compactas y dispositivos de iluminación de estado sólido (LEDS y OLEDS).

    Por otro lado, todo cambio tecnológico lleva aparejado inexorablemente la modificación de actores en el mercado. Eso ocurre en todas las ramas de la tecnología, tanto sea por innovación tecnológica, cambios en la demanda o regulaciones ambientales. Corresponde al Gobierno Nacional generar condiciones que faciliten la creación de actividades productivas y de servicios en base a las nuevas tecnologías, ya sea en el rubro de la eficiencia energética como en el vasto campo de las energías renovables. 

  • 13) ¿Es significativa la contribución en la reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) mediante la prohibición de las lámparas incandescentes en Argentina?

    Argentina no contribuye significativamente en las emisiones de GEI a nivel mundial, aporta aproximadamente un 0,6% del total. Aún así, ese porcentaje nos ubica en la posición 30 acorde a los niveles de emisiones entre los 190 países de la Convención de Cambio Climático.(1) Además debemos tener en cuenta que en el año 2007 las emisiones per cápita de Argentina fueron de 3,7 toneladas de CO2. Esto nos ubica entre los mayores emisores de GEI en América Latina.(2) Mucho mayor a la mayoría de los países del mundo en desarrollo. Esto significa que en un esfuerzo de reducción de emisiones globales y equitativas, Argentina debe reducir sus emisiones per cápita para compensar el aumento de las mismas en otros países en desarrollo.


    Como parte de la Convención de Cambio Climático, Argentina se ha comprometido a reducir sus emisiones, por el momento, en un esfuerzo voluntario. Pero es imprescindible que lo haga acorde al nivel de reducciones que se deben producir a escala global en muy corto tiempo.


    1) División de Estadísticas de Naciones Unidas, emisiones de Gases de Efecto Invernadero por países, en: http://millenniumindicators.un.org/unsd/mispa/mi_series_results.aspx?rowID=749&fID;=r15&cgID;= 2) Datos extraídos la Portada oficial de la ONU para los indicadores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en: http://millenniumindicators.un.org/unsd/mdg/Data.aspx?cr=32

  • 14)¿Cuál es la necesidad de realizar este cambio tecnológico en Argentina?

    Argentina está atravesando una crisis en el suministro energético que tanto a causas coyunturales como estructurales. Falta generación de energía eléctrica por falta de inversión, falta capacidad de refinación de combustibles, las reservas de petróleo y gas natural están declinando abruptamente y nadie sospecha que esa tendencia puede revertirse. Estas razones hacen que Argentina hoy sea un importador de energía eléctrica, de fuel oil y gas natural. Esa dependencia de suministros energéticos importados tenderá a crece en los próximos años.


    Paralelamente, el precio del barril de petróleo ya alcanza el valor record de 125 dólares. Esto coloca en una situación sumamente vulnerable a la Argentina ya que indefectiblemente vamos a la dependencia de suministros energéticos importados más allá del 2010. Modificar la matriz energética Argentina, hoy dependiente de combustibles fósiles en un 90%, debe ser una prioridad.


    Para atender esta situación crítica, no sólo es necesario incrementar la generación a partir de fuentes renovables, sino que es imprescindible incorporar políticas de eficiencia energética en todos los sectores. La eficiencia energética permite obtener resultados a corto plazo y con el menor costo económico. Un primer paso sustancial en esta dirección es el reemplazo masivo en las tecnologías de iluminación.

  • 15) ¿Resulta importante el ahorro de energía que se obtiene por medio de la eliminación de las lámparas incandescentes?

    Es muy importante. El ahorro analizado en iluminación para el sector residencial, público, privado y en iluminación pública en la “Segunda Comunicación Nacional” realizado por el Gobierno Nacional para ser presentado ante la Convención de Cambio Climático se estima en unos 5.500 GWh anuales. Esto representa más de un 5% del consumo eléctrico total. Para tener una referencia, el total de generación de electricidad nuclear en Argentina es del 6% respecto del total.


    Los cálculos realizados por Greenpeace señalan que el ahorro anual con un fuerte programa de reemplazo de luminarias en el sector residencial puede ser de 4.200 GWh, casi el doble de lo que produce la Central Atómica 2 Atucha I. Si se aplicase un programa aún más intenso en el cambio de luminarias en el sector residencial y lo extendiésemos a los sectores públicos y comerciales, podríamos evitar una demanda de energía similar a la generación que se estima para la planta atómica de Atucha II.

  • 16) ¿Es necesario prohibir la comercialización de las lámparas incandescentes en lugar de fomentar su reemplazo voluntario?

    La necesidad de adoptar medidas urgentes en materia de eficiencia, tanto por razones climáticas como por la necesidad de asegurar el suministro energético en Argentina, no nos permite la adopción de programas basados en el “voluntarismo”. Tenemos un problema, las lámparas incandescentes son de una enorme ineficiencia, el 80% de la energía que consumen se pierde en calor, y tenemos un reemplazo idóneo para ellas. Debemos eliminar urgentemente ese despilfarro.

  • 17) ¿Es necesario que el texto de la ley para prohibir las lámparas incandescentes incluya los mecanismos apropiados de disposición final de las lámparas fluorescentes compactas?

    Las Lámparas Fluorescentes Compactas (LFC) al finalizar su vida útil y convertirse en residuo, entran en la categoría de “Residuos Electrónicos” o “Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos” (RAEE) y comparte con todos ellos las mismas dificultades en su gestión. El marco regulatorio destinado administrar este tipo de residuos debe ser global y abarcar a todos los RAEE. Una ley específica sobre RAEE y Responsabilidad Extendida del Productor (REP) debe sancionarse rápidamente.


    Desde 2008 Greenpeace trabaja por una ley nacional de gestión de RAEE que, entre otros artefactos, incluye a las LFC. Hasta que la ley sea sancionada, las LFC deben ser recibidas por los municipios locales ya que, una vez agotada su vida útil, se convierten en residuos peligrosos o de manejo especial, como es el caso de las pilas y baterías- y deben ser gestionadas y tratadas diferencialmente. Además estos artefactos como parte de la fracción de los RAEE, deben ser reciclados y recuperados todos sus materiales factibles de serlo, para valorizar aquellos recursos valiosos y/o peligrosos.


    Las LFC no deben tirarse con la basura domiciliaria, hasta tanto no se sancione la ley que responsabiliza a los productores por la gestión de los residuos de sus propios productos, deben ser los municipios los responsables de su gestión última.

  • 18) ¿Qué sucede con las empresas productoras de lámparas incandescentes que funcionan en la Argentina?

    La prohibición de la comercialización de lámparas incandescentes es una tendencia mundial. La demanda de LFC está en constante crecimiento. Las industrias deben reconvertir sus líneas de producción acorde a la incorporación de las mejores tecnologías para el medio ambiente y el aumento de la demanda de LFC no debería generar la desaparición de empresas productoras.

  • 19) ¿Además de las “bombitas” comunes, qué otras lámparas deben prohibirse?

    El objetivo de la Ley es que se prohíba básicamente las lámparas incandescentes de uso residencial. Tales lámparas están claramente identificadas por normas técnicas específicas (IRAM). En la reglamentación deberán especificarse las excepciones y se debe establecer que todas las lámparas deberán ser etiquetadas y establecerse un valor mínimo de eficiencia por debajo del cual quedan prohibidas para ser comercializadas.

  • 20)¿Pueden las LFC afectar la salud de las personas?

    El Comité Científico de los Riesgos Sanitarios Emergentes y Recientemente Identificados (CCRSERI), del Área de Salud Pública de la Comisión Europea – en la Unión Europea ya rige la prohibición de lámparas incandescentes- evaluó las características de las lámparas fluorescentes compactas de bajo consumo (LFC) a fin de valorar los riesgos para la salud relacionados con su uso. Basándose en este análisis, el Comité concluyó que:


    • No existen pruebas que demuestren que el parpadeo y los campos electromagnéticos de las lámparas compactas fluorescentes constituyen un riesgo para los individuos sensibles.


    • En relación a la preocupación por la radiación ultravioleta y de luz azul que emiten las LFC, y las enfermedades cutáneas poco frecuentes de aquellas personas especialmente sensibles a la luz (la estimación en la Unión Europea es de unos 250 mil casos en todo el territorio, por ejemplo), las lámparas de doble envoltura mitigan los riesgos en estos pacientes fotosensibles (3).


    Ejemplos de lámparas envoltura simple:



    Ejemplos de lámparas doble envoltura:



    3- Dictamen emitido en 2008 por el Comité Científico de los Riesgos Sanitarios Emergentes y Recientemente Identificados (CCRSERI): "Light Sensitivity". Salud Pública, Comisión Europea. http://ec.europa.eu/health/ph_risk/committees/04_scenihr/docs/scenihr_o_019.pdf

  • 21) ¿Qué tipo de lámparas incandescentes quedan excluidas de la prohibición?

    Las lámparas incandescentes cuya potencia sea igual o menor a veinticinco vatios (25 W), y aquellas cuya tensión nominal sea igual o menor a cincuenta voltios (50 V), independientemente de la terminación de la ampolla de la lámpara, éstas incluyen aquellas que suelen utilizarse en electrodomésticos (hornos microondas, hornos convencionales y heladeras).