Noticia - 29 marzo, 2013
Greenpeace Chile exigió que la recientemente creada Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) no permita más violaciones a las normas medioambientales y administrativas nacionales y revoque definitivamente la Resolución de Calificación Ambiental de Pascua Lama, el proyecto minero de la empresa Barrick Gold ubicado en la cordillera de la región de Atacama.
Greenpeace Chile reclama que cesen las operacionesmineras de la Barrick Gold definitivamente.
Esto sucede, luego que la opinión pública chilena supiera de diversas multas y procesos de investigación por reiterados incumplimientos de las condiciones, normas y medidas establecidas en su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), obtenida en 2006. El conjunto de estas faltas detonaron que el organismo fiscalizador formulara nuevos cargos en contra del proyecto de Barrick Gold.
"El proyecto minero Pascua Lama de Barrick Gold no ha dejado nunca de violar el permiso ambiental y al día de hoy sigue destruyendo los glaciares que se encuentran en el área de impacto del proyecto", señalo Samuel Leiva, Coordinador de Campañas de Greenpeace en Chile.
El vocero añadió que "estos nuevos antecedentes se suman al largo prontuario de incumplimientos del proyecto, los que aún se encuentran abiertos en la Comisión de Evaluación Ambiental de Atacama y que además dan cuenta de las reiteradas violaciones a los permisos ambientales y sectoriales".
Y agrega, "Exigimos que la máxima autoridad de fiscalización ambiental, el superintendente (s) Juan Carlos Monckeberg ejerza de una vez por todas todo el peso de ley e inicie la revocación de los permisos ambientales para el proyecto, puesto que la empresa ha ignorado las condiciones de la resolución de calificación ambiental y simplemente no cuenta con las condiciones operacionales para operar respetando el patrimonio ambiental de la nación”.
Los incumplimiento de Pascua Lama refieren al monitoreo de los glaciares, el rol hídrico de los glaciares en la cuenca del valle de Huasco, el impacto vehicular sobre el valle, emisiones de material particulado, la seguridad de los operarios que trabajan en el proyecto, deficiencias en el tratamiento de agua y ácidos y ahora al no respetar a la máxima autoridad de fiscalización ambiental, sentenció Greenpeace Chile.