Nasako Besingi ha sido condenado a pagar más de USD 19 mil en multas o pasar hasta 3 años en prisión.
La condena del agricultor Besingi, habitante de la región suroeste del país, llega luego de un proceso legal prolongado y polémico, que lo acusa de cometer dos delitos de propagación de noticias falsas en contra de la empresa agroindustrial estadounidense Herakles Farms y dos delitos de difamación contra dos empleados de la compañía.
Después de más de tres años y múltiples retrasos judiciales, Besingi ha sido condenado a pagar 1.200.000 francos CFA de África Central ($ 2.400 dólares americanos) en multas o enfrentar hasta tres años de prisión. También fue sentenciado a pagar daños y perjuicios por 10 millones de francos CFA de África Central ($ 17.000 dólares americanos) a las dos partes civiles.
"Estoy muy sorprendido por el dictamen, los cargos contra Nasako fueron falsos y realizados para encarcelarlo", dijo Barrister Adolf Malle, el abogado de Nasako."Vamos a apelar la sentencia en los próximos días".
Besingi, director de la ONG camerunesa SEFE en la ciudad de Mundemba, fue galardonado en el 2012 con el premio TAIGO para agentes no estatales y fue nominado en 2014 como uno de los defensores más notables de los derechos humanos por parte del periódico Jeune Afrique. Besingi y sus colegas han hecho campaña largo tiempo en contra de la creación de una gran plantación industrial de aceite de palma en el área de SGSOC, filial local de Herakles Farms, El proyecto destruirá grandes extensiones de selva, que son el hogar de vida animal en peligro de extinción, incluyendo el chimpancé, a pesar de la oposición de las comunidades locales y la sociedad en general.
Besingi fue arrestado sin motivos, y los empleados de Heralkes Farms lo amenazaron en repetidas ocasiones. Su condena fue solo el primer resultado de una serie de acciones legales en su contra, aún puede enfrentar sanciones más graves.
¨Sin el coraje de SEFE y otros, la voz de las comunidades locales y granjeros, que poco pueden decir sobre lo que se le está haciendo a sus tierras y su estilo de vida, no sería escuchada´, afirma Victorin Chethoener, líder de la campaña de bosques de Greenpeace África. “Esas voces no pueden ser calladas por la represión e intimidación del gobierno.”
El juicio a Nasako Besingi implica una gran amenaza a la libertad de expresión en Camerún. Desafortunadamente, no es un caso aislado. En otras partes del país, otras organizaciones y activistas sufrieron increíbles violaciones a sus derechos, solo porque luchan para defender sus tierras y comunidades.
