Noticia - 22 noviembre, 2011
A casi una semana del asesinato de Cristian Ferreyra, el joven dirigente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero - Vía Campesina (MOCASE-VC) que se resistió al desmonte y desalojo de su tierra, el gobierno de Santiago del Estero anunció suspensión de desmontes por seis meses. Greenpeace reclamó que se revisen los permisos otorgados y que no se autoricen más desmontes luego de la suspensión.
Para Greenpeace, la medida es oportuna pero no resuelve el problema de fondo.
En conferencia de prensa, el jefe de Gabinete de Ministros, Elías Suárez, anunció:
1) La suspensión en todo el ámbito del territorio provincial, por el término de 180 días, de las autorizaciones de planes productivos que involucren actividades de desmonte, así como los permisos ya otorgados y los que se encuentren en trámite de aprobación y cualquier otra práctica que conlleve a la deforestación de bosques nativos.
2) La constitución de una comisión que tendrá por finalidad concurrir a los lugares de mayor conflicto en la provincia y que fueran relevados por el Comité de Emergencia y las organizaciones campesinas. Dicha comisión, se encargará de constatar la existencia de armamento en manos de civiles, la presencia de personal como custodios armados en los predios, un informe detallado de actividad en el lugar que ponga en riesgo la vida de las personas o comunidades.
“La medida, aunque tarde, es oportuna. Y es el resultado de la histórica lucha de las organizaciones campesinas e indígenas y organizaciones sociales e instituciones que las acompañan. Sin embargo, no resuelve el problema de fondo. La provincia debe revisar los permisos de desmonte ya otorgados, dejar de autorizar nuevos desmontes luego de la suspensión, y avanzar en forma urgente en la titularización de las tierras que habitan campesinos e indígenas desde hace varias generaciones”, señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
Argentina se encuentra en emergencia forestal: ya se perdieron el 70% de los bosques nativos originales y la deforestación aumentó fuertemente en los últimos veinte años por el avance descontrolado de la frontera agropecuaria.
Según datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, entre 1998 y 2006 la superficie deforestada en Santiago del Estero la mayor del país y alcanzó las 821.283 hectáreas.
