Noticia - 27 marzo, 2013
Buenos Aires, 27 de marzo de 2012 - Greenpeace consideró hoy que las declaraciones formuladas por el secretario de Ambiente de la Nación, Juan José Mussi, en las que afirmó que el Riachuelo estará saneado en 2016 “si se cumplen los plazos”, son irreales si no se modifica la normativa que permite que las empresas sigan contaminando.
Los resultados de las mediciones evidencian que no existe una evolución positiva en la calidad del agua y que los niveles de toxicidad siguen siendo muy altos.
La organización ambientalista publicó recientemente un informe (1) que señala que los cursos de agua del Riachuelo tienen los mismos niveles de contaminación que hace 5 años, cuando comenzaron las gestiones de saneamiento en la Cuenca.
“Los resultados de las mediciones evidencian que no existe una evolución positiva en la calidad del agua y que los niveles de toxicidad siguen siendo muy altos. También demuestran que, más allá de las inversiones y las obras anunciadas por el Gobierno nacional, las medidas implementadas para alcanzar el saneamiento definitivo del Riachuelo hasta la fecha son incorrectas e insuficientes. Es necesario que las autoridades redefinan los objetivos de recomposición de la Cuenca, modifiquen las políticas de control industrial, y pongan en marcha un plan integral que apunte al cese total de los vertidos, como lo dispuso la Corte Suprema de Justicia de la Nación tras el fallo histórico del año 2008”, declaró Lorena Pujó, coordinadora de la campaña Riachuelo de Greenpeace.
Por otro lado, Greenpeace sostuvo que tanto el Gobierno nacional, como el de la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires deben aportar fondos necesarios para alcanzar el objetivo de la recomposición ambiental.
Notas:
(1) Para ver el resumen ejecutivo del informe "Las aguas siguen bajando turbias" hacé click aquí
