Noticia - 15 julio, 2014
Formosa - Greenpeace presentó su posición en la audiencia pública convocada para discutir la instalación de Dioxitek en la Provincia. En sintonía con numerosas organizaciones sociales y el obispo de Formosa, Vicente Conejero Gallego, los ecologistas se opusieron al establecimiento de esta planta de producción de dióxido de uranio, insumo básico para la generación de energía nuclear.
Soledad Sede habló durante la audiencia pública para discutir la instalación de Dioxitek en Formosa.
“Ninguna población debe asumir el riesgo que implica el traslado de esta industria contaminante, es necesario, y es posible, reemplazar estas tecnologías por energías limpias”, dijo Soledad Sede, de la Unidad de Campañas de Greenpeace.
La empresa Dioxitek fue expulsada de Córdoba debido a su alta peligrosidad. Durante los últimos diez años fracasaron intentos por trasladarla a Mendoza, La Rioja, y las ciudades cordobesas de Despeñaderos, Rio Tercero y Embalse. Durante la audiencia, se discutió su instalación a 16 km de Formosa capital, a pesar de la oposición de la comunidad.
La Argentina ha invertido en desarrollo nuclear desde hace más de 60 años. Sin embargo, en 2013 la energía atómica aportó sólo el 4,3% de la electricidad generada en el país. De acuerdo a lo establecido por la Ley 26.190, para el año 2016 el 8% debe ser aportada por energías renovables y actualmente se debate en el Congreso elevar esa meta al 20% para 2025.
“Es urgente abandonar los riesgos inherentes al ciclo del combustible nuclear, incluido el proceso de producción de dióxido de uranio que se realiza en Dioxitek, y la minería que esta actividad necesita, los residuos radiactivos que genera y los peligros que tiene la operación de cualquier reactor atómico” señaló Sede.
Greenpeace promueve una revolución energética que reemplace los combustibles fósiles y la energía atómica por fuentes limpias, seguras y renovables, como la eólica y la solar.
