A pesar de "comprar" votos, Japón no logró reabrir la caza de ballenas

Noticia - 24 mayo, 2002
La cumbre ballenera terminó con una victoria parcial para Greenpeace. Sin embargo, el boicot japonés sigue impidiendo la creación del Santuario Ballenero del Atlántico Sur, una propuesta argentino-brasileña para desarrollar el turismo local y preservar el medio ambiente

El barco ballenero japonés Yushin Maru subiendo a bordo un rorcual aliblanco

Con una contundente derrota para la ambición de Japón de volver a la cacería comercial de ballenas, y con un revés para la Argentina y Brasil al no concretarse la creación del Santuario Ballenero del Atlántico Sur, finalizó hoy la reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional, que sesionó durante esta semana en ese puerto japonés.

El gobierno de Japón, que en el último año fue acusado de "sobornar" a países pobres para votar a favor de la caza comercial a cambio de ayuda económica, no pudo levantar la moratoria existente a la caza de ballenas, al obtener una simple minoria de votos y sin alcanzar ni siquiera las tres cuartas partes del total.

En tanto, la propuesta conjunta presentada por los gobiernos de la Argentina y de Brasil de crear un Santuario Ballenero del Atlántico Sur, obtuvo 23 votos a favor, y 17 en contra, y no alcanzó el 75 % de los votos necesarios para ser aprobada. De todas formas, y a diferencia del año pasado, cuando se presentó por primera vez la propuesta, hubo cuatro países más que han apoyado la iniciativa. Por otra parte, el Santuario del Pacífico Sur, propuesto por Australia y Nueva Zelanda, obtuvo similar resultado.

El ministro de Medio Ambiente de Brasil, Jose Carvalho, que viajó a Shimonoseki especialmente para presentar la propuesta del Santuario en la reunión, manifestó a los representantes de los demás gobiernos que dicha propuesta "se presentará una y otra vez hasta ser aprobada".

"La propuesta de creación del Santuario está creciendo dentro de la Comisión, aunque todavía es necesario un mayor compromiso del gobierno argentino para que podamos eliminar la amenaza ballenera del Atlantico Sur", dijo desde Shimonoseki Milko Schvartzman, coordinador de la campania de ballenas de Greenpeace Argentina.

"Desde hace mas de tres años que en Greenpeace Argentina trabajamos para lograr la creación del santuario y cada vez estamos más cerca de que se apruebe", agregó Schvartzman. Y señaló que "su creación brindará la protección que las ballenas necesitan, y estimulará las actividades científicas, educativas y turísticas en la región".

La creación de los santuarios balleneros tiene como principal objetivo la protección de todas las especies que en ellos viven, promover las actividades de formación y el turismo de avistaje de ballenas.

"Muchos países latinoamericanos se benefician económicamente con actividades de turismo de observación. Por eso la creación del Santuario Ballenero del Atlántico Sur impulsaría esas actividades, a la vez que aseguraría el futuro de las ballenas" añadió.

"La Argentina es mundialmente reconocida por el avistaje y la protección de las ballenas" dijo la delegación enviada desde la Embajada Argentina en Tokyo, quien ha mantenido una firme posición, junto a los paises más conservacionistas.

COMPRA DE VOTOS El ambientalista puntualizó que "si bien el gobierno de Japón logró hacer ingresar a cuatro nuevos miembros a la Comisión Ballenera Internacional, sumando 14 votos comprados, no le alcanzó para reabrir la caza comercial de ballenas".

Esos nuevos cuatro países son Gabón, Benín, Palau y Mongolia. En tanto, los países "comprados" son Panamá, St. Vincent and the Grenadines, Morocco, Antigua y Barbuda, St. Lucia, República de Guinea, Islas Salomón, Granada y Dominica.

Este año, St. Vincent and the Grenadines, uno de los países reclutados por Japón, mostró un quiebre en el bloque corrompido por ese país al abstenerse en varias votaciones. Este no fue el caso de Mongolia, país que no tiene costa marítima, y que votó exactamente como Japón, en la veintena de votaciones llevadas a cabo.

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