Campesinos y Greenpeace “delimitan” la expansión de la frontera sojera.

Noticia - 9 mayo, 2004
Centenares de campesinos ingresaron en un campo recientemente desmontado, y desplegaron un gigantesco cartel en el que piden que no se desmonte “NI UNA HECTÁREA MAS”.

Campesinos y Greenpeace “delimitan” la expansión de la frontera sojera.

En el mismo límite donde se podía ver claramente el contraste entre lo que es un bosque todavía en pie y un monte que ha sido devastado, campesinos y ecologistas desplegaron un enorme cartel para exigir el fin de los desmontes.

Miembros del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), integrantes de la Mesa de Tierras y activistas de Greenpeace desplegaron un enorme cartel con la consigna “Ni una hectárea más”. El cartel estuvo acompañado por otros tres enormes paños que representaban cintas perimetrales, señalizando el límite entre la frontera sojera y el bosque nativo.
 
Desde dos avionetas contratadas especialmente por Greenpeace, un fotógrafo y un camarógrafo registraron desde el aire la singular protesta, en la que se podía ver claramente el contraste entre un bosque nativo y una zona devastada por los desmontes, con centenares de quebrachos, algarrobos y mistoles derribados por las topadoras.

Alrededor del mediodía unos 350 campesinos portando remeras con la leyenda “El bosque no se vende, se defiende”, desplegaron las enormes banderas, en medio de los restos de quebracho colorado y blanco, mistoles y algarrobos.

La superficie desmontada supera las 800 hectáreas. No se pudo constatar qué empresa ha sido la responsable de la operación.

“Este sitio es tan solo un caso entre muchos otros. En estos momentos cientos de topadoras están desmontando el último tercio que nos queda del bosque nativo argentino, provocado principalmente por el avance de la frontera de la soja”, denunció Emiliano Ezcurra, coordinador de la campaña de biodiversidad de Greenpeace Argentina.

Las autoridades nacionales y provinciales no pueden seguir mirando al costado: deben escuchar las múltiples advertencias que reciben de los propios expertos del gobierno”, agregó el ambientalista.

Por su parte, Margarita Salto, dirigente campesina de la Mesa de Tierras, sostuvo: “el monte es  nuestra fuente de trabajo, nos da de comer, nos asegura el futuro. Las empresas vienen aquí desmontan todo y no dejan nada. Nos quieren sacar nuestra tierra para destruirla, quemarla y sembrar la soja que tanto dinero les deja a ellos y tanta miseria a nosotros”.

Greenpeace sostiene que es necesario aplicar una moratoria a los desmontes de al menos dos años para establecer un plan de ordenamiento territorial para salvar los bosques. “Nuestra propuesta es seria y realista, y es apoyada por los principales expertos nacionales en la materia. Las imágenes de satelite lo dicen todo, las cifras no mienten: aquí en Santiago del Estero la tasa de desmonte quintuplica la media mundial. Esto tiene que detenerse ya”, concluyó Ezcurra.

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