Activistas de Greenpeace devolvieron a la embajada de Japón en Buenos Aires 15 cajas de carne de ballena, copias originales de las utilizadas por la flota ballenera con la carne de las 440 ballenas capturadas en la Antártida bajo el pretexto de "caza científica".
Esta protesta se suma a la realizada en otros 13 países alrededor del mundo (1), en la que los activistas reclaman al Gobierno de Japón detener la cacería encarada por su Agencia de Pesca.
A su vez, en Tokio, activistas de Greenpeace entregaron en el Ministro de Relaciones Exteriores una petición en la que se pide el cese del programa de cacería, ya que la misma no tiene nada de científica, firmada por cien científicos y biólogos marinos de todo el mundo, incluidos 3 argentinos y una brasileña.
En mayo próximo, especialmente entre los días 20 y 24, se decidirá el futuro de las ballenas en la reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI). La Agencia de Pesca del Japón ha estado comprando el voto a países en desarrollo para lograr la reapertura de la caza comercial, prohibida desde 1986, e impedir la creación de un área de protección propuesta por la Argentina y Brasil.
"Éste es un momento crucial, el Gobierno del Japón esta comprando el futuro de las ballenas", indicó Milko Schvartzman, coordinador de la campaña de ballenas de Greenpeace. "Las ballenas de todo el mundo, incluidas las que visitan la Argentina, son el blanco de Japón", agregó.
"Es un agravio para la ciencia la utilización de ese término para definir la extinción de los cetáceos", dijo Greenpeace. "Le pedimos al Gobierno del Japón que detenga la cacería de ballenas", añadió la organización ambientalista.
Año a año, Japón incrementa la captura de ballenas, en número y en especies, para este año planean sumar a la ballena Sei, la cuarta especie amenazada a ser cazada, de las 12 especies existentes; más de 600 ballenas al año.
En el mes de enero pasado la Cancillería Argentina emitió un comunicado oficial al Gobieno del Japón, reclamándole un cese a la cacería, "debido a que no respondía a necesidades científicas". Argentina es un miembro importante de lo que se denomina "bloque conservacionista" dentro de la CBI, su presencia ha sido fructífera en términos de protección en la última reunión.
Las cajas tenían inscripciones en japonés que decían: "La carne de ballenas es importante para la humanidad en el siglo 21", "este producto proviene de una muestra de carne de ballena minke, obtenida de la cacería científica llevada adelante por el Instituto de Investigación de Cetáceos", "ballena de la Antártida".
(1) Argentina, Nueva Zelanda, Australia, Alemania, Austria, España, Japón, Suecia, Bélgica, Luxemburgo, Italia, Suiza, Chile, y el Reino Unido.