El Rainbow Warrior en Islandia contra la caza de ballenas.

Noticia - 5 septiembre, 2003
Tras 14 años de moratoria, Islandia pretende retomar la caza de ballenas a escala industrial. La llegada del Rainbow Warrior, a la capital islandesa marca una el inicio de una dura campaña en esta isla del Atlántico Norte durante cerca de un mes.

Ballena

La llegada del buque insignia de Greenpeace, Rainbow Warrior, a la capital de Islandia, Reykiavik, ha servido como comienzo de la campaña en contra de la caza de ballenas que la organización ecologista va a llevar a cabo en esta isla del Atlántico Norte durante cerca de un mes.

 

Islandia, tras unirse nuevamente a la Comisión Ballenera Internacional, ha presentado un programa "científico" para cazar 500 ballenas de tres especies diferentes durante dos años como primer paso para reanudar la caza a escala industrial. Tiene previsto capturar 250 ejemplares por año: 100 rorcuales aliblancos o ballenas minke, 100 rorcuales comunes y 50 rorcuales boreales. La primera captura se realizó el pasado día 19 de agosto, cuando los arpones del ballenero "Njordur" mataron a una cría de rorcual aliblanco.

Greenpeace ha demandado al gobierno islandés que detenga la caza de 38 rorcuales aliblancos prevista entre el 15 de agosto y el 30 de septiembre. El rorcual aliblanco es la misma especie que el Gobierno de Japón caza en la Antártida cada año.

La reputación de todo el país ha quedado en entredicho debido a la reanudación de la caza de ballenas. Países como Alemania, Reino Unido, EE.UU. y Suecia han expresado sus más firme protesta por este hecho.

"Islandia no necesita matar ballenas para realizar investigaciones científicas. Greenpeace anima a todos sus socios y simpatizantes a participar en esta campaña para detener las muertes de cetáceos", dijo María José Caballero, de Greenpeace.

El mercado para la carne y la grasa de ballena aporta menos beneficios que el turismo. El Convenio Internacional CITES prohíbe el comercio de estos productos fuera del país, aunque Islandia, que todavía no ha firmado este convenio, se plantea exportarla a Japón, país que empieza a tener problemas para vender sus propias capturas.

Uno de los principales argumentos esgrimidos por el Gobierno islandés es el daño que las ballenas están ocasionando a las poblaciones de bacalao. "El Gobierno trata de confundir a la opinión pública, los problemas del bacalao se deben a años de intensa sobre-explotación pesquera", añadió Caballero.

La primera vez que el velero Rainbow Warrior navegó contra la caza de ballenas en Islandia fue en 1978, cuando el mamífero más grande del mundo se enfrentaba a su extinción. En la actualidad, siete de las 13 grandes especies de ballenas continúan en peligro, ya que sus poblaciones todavía no se han recuperado de la sobre-explotación a la que fueron sometidas durante el siglo XX.

La campaña que ahora va a realizar el Rainbow Warrior persigue conseguir el apoyo de todos los ciudadanos de este país para que presionen al Gobierno de Islandia. Al mismo tiempo, el resto de oficinas de Greenpeace trabajarán en sus países para conseguir una fuerte reacción internacional que impida la reanudación de la caza comercial a gran escala para su exportación en el año 2.006.

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