Greenpeace Brasil entregó la Constitución Federal al Ministro de Agricultura

Noticia - 31 julio, 2001
La organización ambientalista entrará en la justicia en el caso de que la soja transgénica sea liberada

Greenpeace Brasil entregó la Constitución Federal al Ministro de Agricultura

Greenpeace advirtió hoy al ministro de Agricultura, Pratini de Moraes, en Brasilia (DF), que la soja transgénica de Monsanto no podrá ser liberada comercialmente en Brasil. Activistas de la organización ambientalista levantaron una réplica gigante de la constitución Federal en frente al ministerio de Agricultura, al mismo tiempo en que entregaban otro ejemplar al ministro. Greenpeace acusó a Pratini de Moraes que no respetó las leyes brasileras y sembró una gran confusión internacional en cuanto a la situación legal de la soja genéticamente modificada en Brasil.

El pasado lunes (23/7), el ministerio de Agricultura anunció que iría a liberar una producción comercial de soja transgénica antes del final de este mes, a través del despacho del ministro Pratini de Moraes. La plantación de soja genéticamente modificada está prohibida en Brasil en virtud de una sentencia judicial.

“La Constitución Federal Brasilera, garantiza que cualquier actividad o emprendimiento que pueda traer cualquier riesgo potencial al medio ambiente, requiere un Estudio de Impacto Ambiental” dijo Mariana Paoli, coordinadora de la campaña de Ingeniería Genética de Greenpeace Brasil. “Ni en la medida provisoria que modifica la Ley de Bioseguridad, ni en el decreto sobre rotulado recientemente anunciado por el Gobierno Federal tiene el poder de revocar una sentencia judicial.”

En el caso que el Ministerio de Agricultura tome cualquier actitud en torno de la liberación de la soja transgénica, Greenpeace Brasil está dispuesto para ingresar con un proceso junto a la justicia, para exigir el cumplimiento de la ley. “Por eso, encontramos oportuna una manifestación de la Asociación de Jueces federales alertando al Ministro cuán ilegal sería su firma en la instrucción normativa liberando la comercialización de la soja transgénica”, afirmó Mariana.

Greenpeace ha alertado que los transgénicos, además de los riesgos para el medio ambiente y la salud humana, también pueden traer riesgos económicos. Su productividad es menor, como comprueban recientes investigaciones realizadas en los Estados Unidos. Brasil es el único gran productor mundial de granos capaz de atender la demanda en el mercado internacional, como el de Europa y el de Japón, de granos no transgénicos. Por eso la entusiasmada actitud del ministro Pratini no es comprensible, pues apenas favorece a los intereses de grandes empresas norteamericanas y europeas de biotecnología, como son Monsanto y Syngenta.

“Esperamos que el Ministro respete la Constitución Federal Brasilera y tome una actitud responsable a fin de salvaguardar el medio ambiente, la salud de la población y la competitividad de la agricultura brasilera”, finalizó Paoli.