Greenpeace denuncia tala ilegal y amenazas a pequeños productores en Salta

Noticia - 24 enero, 2005
Greenpeace documentó y denunció acciones descontroladas de tala de bosques nativos en el departamento salteño de San Martín, donde, además, una familia de pequeños productores está siendo presionada por sectores empresarios para dejar sus tierras, devastar el monte y utilizar los suelos para la explotación agrícola.

Greenpeace denuncia tala ilegal y amenazas a pequeños productores en Salta

La organización ambientalista Greenpeace documentó y denunció sistemáticas operaciones de tala ilegal de valiosas especias de bosque nativo, en cercanías de la localidad de Hickmann, en el departamento salteño de San Martín, donde la policía secuestró más de sesenta rollos (troncos) de algarrobo y mora.

Además, la entidad denunció que una familia de pequeños productores criollos de la región está siendo presionada y amenazada para dejar sus tierras, por sectores vinculados a grandes terratenientes con la complicidad de las autoridades locales.

El equipo de la Campaña de Biodiversidad de Greenpeace documentó la semana pasada, en la localidad de Hickmann, departamento de San Martín, dos casos de robo de madera y un caso de amenaza de desalojo y agresión a la familia Marquiegui, dos de cuyos integrantes fueron golpeados y detenidos por efectivos del destacamento salteño de Embarcación, ante su negativa a abandonar sus tierras.

En relación con las actividades de extracción ilegal de madera, Greenpeace comprobó que la semana pasada fueron detenidas dos personas -Juan Katsinis y Oscar Verón- quienes fueron sorprendidos por efectivos del destacamento de Hickmann, cuando realizaban tareas de tala en la finca denominada San Laurencio.

Según comprobó Greenpeace, Katsinis y Verón tenían en su poder, al momento de ser detenidos, la guía de aprovechamiento forestal y el martillo de marca de rollos que la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Salta le había entregado al productor Bonavia, que fue quien formuló la denuncia policial.

En el operativo, la policía de Hickmann secuestró 44 rollos de Mora y 19 rollos de Algarrobo, además de herramientas de tala, acoplados y otros equipos. La madera robada será devuelta al propietario de las tierras, Bonavia y los dueños de finca San Laurencio.

Por otra parte, Greenpeace también comprobó denuncias de extracción ilegal de mas de mil postes de palo santo y quebracho blanco a escasos kilómetros del pueblo, denunciado a la policía por el pequeño productor Alfredo Fernando Riera, miembro de la Federación Agraria.

“En menos de una semana y en un solo lugar documentamos dos casos grandes de tala ilegal. Esto confirma la anarquía maderera que se roba la riqueza de los salteños y la falta de voluntad del gobierno en frenar estos delitos", agregó Noemí Cruz responsable de Greenpeace en el NOA.

"Primero permiten el saqueo de las riquezas del monte y luego el gobierno de Salta y voceros de empresas que vienen al norte a desmontar argumentan que el monte está degrado y solo el desmonte es la salida", denunció Ezcurra.

Asimismo, en el Puesto La Palma, Greenpeace denunció el accionar mafioso de un gran terrateniente que amenazó a la familia Marquiegui con “matar su hacienda, alambrar y desmontar el bosque” si no liberan las tierras, cuya posesión la familia reclama desde hace más de 20 años.

Con el apoyo de gendarmes y de una delegación del destacamento de la policía salteña de Embarcación, los hermanos Chibán amenazaron y golpearon a Marcos Conrado Marquiegui a Robustiano Javier Marquiegui, quienes luego fueron arrestados. También resultó golpeada una de las mujeres de la familia.

Greenpeace documentó a tres kilómetros de la línea de mensura de las tierras de los Marquiegui, la presencia de dos topadoras tipo D 8, que pertenecerían a la Empresa Dal Santo, con seis personas contratadas por los Chibán para desmontar la zona.

Greenpeace denunció que este caso es uno más de los atropellos a los que son sometidos los pequeños productores por parte de los terratenientes salteños, que los presionan para liberar las tierras y destinarlas a grandes monocultivos.