Heladera con tecnología Greenfreeze
Greenpeace exigió este miércoles al gobierno nacional que agilice de forma urgente la puesta en marcha de un etiquetado de eficiencia energética, una herramienta clave para ahorrar energía.
Desde hace 5 años la Argentina cuenta con una Resolución de la Secretaría de Industria que obliga a los fabricantes de electrodomésticos a etiquetar claramente sus productos con información de eficiencia energética. Sin embargo, hasta el día de hoy el gobierno nunca impulsó la implementación de esta norma.
“Hoy, ante la crisis energética, se le pide a la población que adopte prácticas de ahorro y eficiencia energética, pero los consumidores no tienen forma de elegir productos de alto rendimiento y ahorro energético, ya que esta información no está disponible”, afirmó Mariana Walter, de la campaña de Energía de Greenpeace Argentina.
Según la especialista de Greenpeace, “de haberse implementado años atrás prácticas de ahorro y eficiencia energética, como el etiquetado de electrodomésticos, sin dudas hoy la crisis energética sería de otras proporciones”.
Hoy la organización también presentó un informe que da cuenta de las ventajas que supondría poner en marcha esta normativa. El rendimiento o eficiencia energética de un artefacto nos indica cuán eficientemente aprovecha la energía. Por ejemplo, una heladera eficiente puede utilizar menos de la mitad de energía para lograr el mismo resultado de otra aparentemente igual, pero ineficiente.
“Sin embargo, los consumidores ignoramos el ahorro que nos permitirían realizar los artefactos que se nos ofrecen en los puntos de venta donde las dos heladeras son presentadas como equivalentes. ¿Cómo puede hoy un consumidor adoptar prácticas de eficiencia energética si desconoce el consumo y la eficiencia energética de los electrodomésticos que elige?”, manifestó Walter.
Para Greenpeace, es necesario que desde el gobierno se impulse la implementación del etiquetado de eficiencia energética, una herramienta que ha demostrado ser clave en todo el mundo a la hora de mejorar la eficiencia energética de los artefactos eléctricos y aumentar el ahorro energético en los hogares.
Hace varios años existen programas de etiquetado en países de todo el mundo con buenos resultados. Por ejemplo, en los Estados Unidos, a través del etiquetado, se ha mejorado la eficiencia energética de las heladeras en un 98% entre 1972 y 1988. En Filipinas, luego del primer año de etiquetado, hubo una mejora de 25% de la eficiencia en los sistemas de aire acondicionado, y en Alemania se detectó un aumento del 16.1% de la eficiencia general en el mercado de electrodomésticos entre los años 1992 y 1996.
El nuevo informe dado a conocer por la organización ambientalista “Etiquetado de electrodomésticos: una herramienta para promover la eficiencia energética”, da cuenta de otros importantes logros obtenidos por varios países a través del etiquetado.
La Resolución n°319 de la Secretaría de Industria, Comercio y Minería de 1999, determina qué aparatos de uso doméstico deben llevar una etiqueta que informe a los consumidores sobre la eficiencia energética de, por ejemplo, heladeras, freezers, lavarropas, hornos, termotanques, artefactos de iluminación o aire acondicionado.
Basándose en los criterios aplicados desde 1992 por los países de la Unión Europea para confeccionar la etiqueta se definen rangos de eficiencia que van de la “A” a la “G”, siendo A la categoría más eficiente y G la menos eficiente. Cada electrodoméstico se define dentro de una de estas categorías dependiendo de su rendimiento, y esto se refleja en la etiqueta.
Actualmente ninguna empresa fabricante de estos productos está obligada llevar dicha etiqueta. Sin embargo, existe el ejemplo de una pyme local (1), fabricante de las heladeras Kohinoor y Columbia, de tecnología Greenfreeze, que ha decidido etiquetarse en forma voluntaria e informar a los consumidores sobre la eficiencia energética de sus heladeras. Estas son las únicas heladeras que hoy ofrecen información sobre su eficiencia energética.
Las heladeras de tecnología Greenfreeze (2) además de ser energéticamente eficientes, no utilizan gases de efecto invernadero o destructores del ozono. Se trata de las únicas heladeras de este tipo en la Argentina. Esta tecnología fue desarrollada por Greenpeace hace más de 10 años, aunque el invento nunca fue patentado para abrir su acceso a cualquier persona o empresa del mundo.
Si querés mas información podés entrar a:
www.propuestas.greenpeace.org.ar