GREENPEACE exigió al ENARGAS garantías previas al reinicio de operaciones del gasoducto.

Noticia - 29 enero, 2002
Una audiencia pública, garantías legales a los daños producidos a los pobladores locales, y un plan de remediación ambiental son las principales exigencias.

GREENPEACE exigió al ENARGAS garantías previas al reinicio de operaciones del gasoducto.

Greenpeace comunicó hoy su posición respecto de cómo debería proceder el Ente Nacional Regulador del gas (ENARGAS) con respecto al accidente ocurrido el pasado día domingo en la Selva de Yungas, en Orán, Salta, al explotar el gasoducto de la empresa Norandino.

La entidad ambientalista remitió una carta al presidente del Ente, Ing. Héctor Formica, exigiendo que el Gasoducto no vuelva a entrar en operaciones hasta tanto no se cumplan tres condiciones básicas:

1- El ENARGAS debe hacerse presente en la ciudad de Orán y dar a conocer a la comunidad y autoridades locales mediante una Audiencia Pública, cuáles son las medidas de seguridad que regirán de ahora en más ante la segunda explosión del ducto en cuestión, en la misma zona y en menos de un año.

2- Los pobladores locales, miembros de la comunidad Kolla de Finca San Andrés y puesteros tanto dentro como fuera de la Finca, con o sin título de propiedad, deben contar con garantías legales respecto de cualquier nuevo daño eventual proveniente del gasoducto norandino.

3- Una vez estimados los daños ambientales se debe proceder a la presentación de un plan de remediación del daño con plazos establecidos.

"Desde 1997 Greenpeace llamó a las autoridades nacionales a que se establezca un régimen de protección de la Selva de Yungas que contemple la integración de la conservación y el desarrollo sustentable, esta deuda sigue pendiente", señaló Emiliano Ezcurra, coordinador de la campaña de biodiversidad de Greenpeace.

Cuatro hectáreas a la redonda quedaron completemante incineradas, el barro quedó convertido en ladrillo por la temperatura que levantó la lengua de fuego, que alcanzó a arder por más de una hora. Si bien las valvulas del caño se cerraron a ambos lados de la explosión, una de ellas está a 30 km. de la rotura por lo que todo el gas que tenía dentro se quemó en la explosión.

Por último, Greenpeace puso a disposición de la prensa la Resolución del ENARGAS firmada por quienes hoy siguen siendo sus autoridades, donde se afirma que el paso del gasoducto por la Selva de Yungas se consideró "ambiental y tecnicamente viable".

"El Enargas autorizó la traza por esta zona discutida, a pesar de que Greenpeace, el grupo Yaguareté, y la Comunidad Kolla Tinkunaku advertiera sobre sus peligros. Hoy subyacen las consecuencias y el Enargas, claramente, nos debe una disculpa a todos", concluyó Ezcurra