Greenpeace reclama a los gobiernos que agoten las instancias de diálogo

Noticia - 27 enero, 2006
Argentina y Uruguay deben acordar un plan de producción limpia que establezca las bases para el desarrolo sustentable de la industria del papel.

Greenpeace consideró este viernes que recurrir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya para dirimir la controversia diplomática con Uruguay por la instalación de las plantas celulósicas en Fray Bentos "difícilmente solucione el conflicto ambiental" y reclamó a ambos países que acuerden las bases para el desarrollo sustentable de la industria papelera en la región.

Respecto del anuncio realizado ayer por el gobernador entrerriano Jorge Busti, Greenpeace consideró que "recurrir a la Corte Internacional de Justicia debe ser la última instancia, ya que difícilmente resultará en una solución al conflicto ambiental y a la inevitable contaminación que producirán las plantas si se construyen de acuerdo con el diseño proyectado por las empresas".

"La solución de fondo sólo puede alcanzarse por la vía política y en un diálogo bilateral, que hasta ahora ni Uruguay ni Argentina han sabido construir. Sólo mediante ese diálogo puede surgir una solución verdadera del problema", sostuvo Juan Carlos Villalonga, director Político de Greenpeace.

Para Greenpeace, "es hora de generar un diálogo serio y Argentina debe ser consecuente en su reclamo y debe apostar seriamente a una etapa de diálogo binacional con el objetivo de determinar cómo enfrentamos el problema y el riesgo que significan las plantas de celulosa sobre el Río Uruguay y, además, la debida modernización del sector celulósico tanto en Argentina como en Uruguay".

El resultado de ese diálogo biltateral debe ser un Plan de Producción Limpia para el sector de la celulosa que establezca las bases y criterios para el desarrollo de la industria del papel en ambos países. Greenpeace realiza este reclamo a la Argentina desde mediados de la década del '90 y sostiene la misma demanda ante los Gobiernos de los distintos países de la región.

"Esto implica criterios acerca de los impactos que generan las plantaciones, implica dar prioridad a la utilización de tecnologías limpias y criterios acerca de las escalas y las localizaciones de las instalaciones. El Plan de Producción Limpia (1) es establecer las bases para resolver este conflicto en base a criterios de desarrollo sustentable", agregó Villalonga.

Greenpeace consideró que recurrir a La Haya debería ser "la última etapa del conflicto" y señaló que "hay instancias de discusión que no se han explorado debidamente".

"La Comisión Binacional que está a punto de finalizar su mandato ha tenido un objetivo defectuoso, se planteó en base a no discutir la propia instalación de las plantas. Creemos que hay que discutir estos proyectos desde cero, y recurrir la Corte Internacional de Justicia no nos aproxima necesariamente a una solución de fondo respecto de la contaminación que generarán las plantas de celulosa", sostuvo Villalonga.