Histórico día para la lucha contra el Cambio Climático: entra en vigor el Protocolo de Kioto

Noticia - 16 febrero, 2005
Desde este miércoles, 141 países de todo el mundo que han ratificado el Protocolo de Kioto, entre ellos Argentina, comenzarán a cumplir sus metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, culpables del fenómeno del calentamiento global. Greenpeace reclamó al Gobierno argentino que adopte un plan de desarrollo de energías renovables y abandone sus proyectos fósiles y nucleares

Protesta en la cumbre de Cambio Climatico. Bush bailando bajo la lluvia

Organizaciones ambientalistas de todo el mundo celebran la entrada en vigor del c. De esta forma se inicia una nueva era en la lucha contra el avance del cambio climático. “En este nuevo contexto, Argentina debe iniciar un proceso de transformación de su matriz energética, es necesaria una política firme de desarrollo de las energías renovables”, puntualizó Juan Carlos Villalonga, Director de Campañas de Greenpeace Argentina.

"Hoy el Gobierno sólo piensa en proyecto energéticos basado en fuentes fósiles y centrales nucleares, un grave error que es contradictorio con el objetivo del Protocolo de Kioto", señaló Villalonga.

"Desde hoy las metas de reducción de emisiones planteadas en el Protocolo de Kioto son legalmente vinculantes. Se trata de un avance sin precedentes en la adopción de compromisos gubernamentales para detener el avance del cambio climático, un fenómeno que está poniendo a millones de personas en riesgo en todo el mundo", dijo Villalonga.

Durante el Miércoles 16 se desarrollarán alrededor del todo el planeta celebraciones para recibir la entrada en funcionamiento del Protocolo de Kioto. Para los ambientalistas, el Protocolo de Kioto debe ser el primer paso en el inicio de una nueva era energética que implique el abandono progresivo de los combustibles fósiles, principales causantes del calentamiento global, y su reemplazo por fuentes renovables y limpias.

"La entrada en vigor del Protocolo de Kioto es una excelente noticia y debe sentar las bases para futuros compromisos de reducción mucho más profundos, acordes con las proyecciones hoy más que alarmantes sobre los impactos de este fenómeno", afirmó Villalonga.

Las organizaciones ambientalistas y científicos de todo el mundo han venido señalando que los impactos del Cambio Climático son cada vez más notorios, señalando el aumento del nivel del mar, los eventos climáticos extremos y de gran escala, inundaciones y sequías que cada año se incrementan de manera alarmante en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud estima que cada año mueren 160.000 personas a causa del Cambio Climático. Un fenómeno sin fronteras en el que los países en desarrollo son los más vulnerables

Los Estados Unidos emiten un 25 por ciento de los gases responsables del calentamiento global: aún así la administración del presidente George W. Bush ha rechazado realizar esfuerzos para combatir el cambio climático global, al igual que Australia, negándose a unirse al Protocolo de Kioto.

"El Protocolo de Kyoto es un importante primer paso, pero aún tenemos un largo camino por delante. Para detener el cambio climático debemos replantear el uso del petróleo y del gas e invertir en fuentes de energía seguras y limpias como la eólica y la solar. Debemos también usar la energía en forma más eficiente" enfatizó Villalonga. "El gobierno Nacional podría iniciar una revolución energética a nivel regional si pusiera en marcha el enorme potencial en materia de energía eólica del que disponemos y dejara de subsidiar al lobby nuclear y de promover energías sucias como los combustibles fósiles".

Debido a las emisiones de gases de efecto invernadero realizadas por el hombre en el pasado, el mundo enfrentará un inevitable aumento de su temperatura media de 1,3ºC por sobre los niveles pre-industriales. De las acciones que la comunidad global emprenda dependerá cual será el aumento total que tendremos durante el presente siglo. Se estima que si se superan los 2ºC, los impactos tendrán dimensiones catastróficas. Para evitar alcanzar esta temperatura crítica es necesario que los países industrializados superen los objetivos de reducción del Protocolo de Kioto y se alcancen reducciones de emisiones de al menos el 30% por debajo de los niveles del año 1990 antes del año 2020 y de un 60 a 80% para el año 2050 con reducciones aún mayores posteriormente.