Horno pirolítico en Comodoro Rivadavia: ambientalistas alertan sobre impactos en la salud y el medio ambiente

Noticia - 27 agosto, 2003
El Movimiento Antinuclear del Chubut y Greenpeace alertan sobre la inminente construcción de un incinerador de residuos hospitalarios en Comodoro Rivadavia y llaman a las autoridades a adoptar tecnologías alternativas para su tratamiento. Y exigen a la autoridades que detengan la construcción de una planta de incineración y adopten tecnologías alternativas para el tratamiento de los residuos hospitalarios.

Ante la inminente construcción, en Comodoro Rivadavia, de un horno pirolítico para la incineración de residuos hospitalarios, el Movimiento Antinuclear del Chubut y Greenpeace alertaron este miércoles sobre los riesgos para la salud de la población y el medio ambiente de esta contaminante tecnología y la necesidad de adoptar tecnologías alternativas.

La incineración de residuos hospitalarios libera al medio ambiente una amplia variedad de compuestos tóxicos entre los que se encuentran los metales pesados, los hidrocarburos aromáticos policíclicos y las altamente peligrosas dioxinas. Ante afirmaciones de autoridades de Comodoro Rivadavia de que, de funcionar el horno pirolítico no se incinerarían los materiales clorados para evitar la formación de las tóxicas dioxinas, los ecologistas  manifestaron su preocupación ya que esto no alcanza para evitar el impacto ambiental y sanitario de los incineradores.

Según las organizaciones ambientalistas, instalar un incinerador para los residuos de hospitales y centro de salud es una decisión insensata porque crea  una lamentable paradoja donde los hospitales se convierten en una fuente de nuevos problemas sanitarios provocados por la incineración.  El Movimiento Antinuclear y Greenpeace forman parte de la Coalición Ciudadana Anti-incineración que ha denunciado en más de una ocasión la contaminación que las plantas incineradoras generan en todo el país.

"Sabiendo de antemano que a las autoridades no les será posible controlar las emisiones de esta planta y existiendo alternativas más inocuas, es inaceptable que las autoridades permitan su construcción", dijo Javier Rodríguez Pardo, del Movimiento Antinuclear de Chubut.

Existen experiencias en el mundo y en nuestro país que muestran que es posible llevar adelante la gestión de los residuos hospitalarios sin incinerar utilizando caminos y tecnologías alternativos que no suponen la emisión al ambiente de sustancias tóxicas. "Luego de evaluar la información existente sobre los riesgos asociados a la incineración, la Ciudad de Buenos Aires sancionó en febrero de 2002 una ley que prohíbe la incineración de residuos hospitalarios y obliga a los hospitales públicos del Gobierno de la Ciudad a contratar tecnologías diferentes de la incineración para el tratamiento de esos residuos.

Desde entonces, más de 6* comunas y ciudades del país han prohibido esta peligrosa tecnología", afirmó Mariana Walter, de la campaña contra las sustancias tóxicas de Greenpeace
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*La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó en el año 2002 una ley que prohíbe la incineración de residuos hospitalarios y la contratación de empresas de incineración para el tratamiento de los residuos de los hospitales municipales de Buenos Aires. El Concejo de Granadero Baigorria, provincia de Santa Fe, prohibió la incineración de residuos hospitalarios en el año 2003. Los Concejos de Villa Constitución y Coronel Bogado, ambos en la provincia de Santa Fe, y el Concejo de Marcos Juárez, en la provincia de Córdoba, prohibieron la instalación de incineradores en el año 2002. El Concejo Municipal de Casilda, provincia de Santa Fe, emitió una ordenanza prohibiendo la incineración de residuos peligrosos por 180 días. En noviembre de 2002 la prohibición fue extendida por 180 días más. La Municipalidad de Capitán Bermúdez, provincia de Santa Fe, prohibió la incineración en el año 2002. La provincia de San Juan prohibió la instalación de crematorios en áreas urbanas y semi-urbanas en el año 2001.