Noticia - 4 diciembre, 2000
En el marco de su gira contra la contaminación Greenpeace dio a conocer nueva información que refleja la contaminación generada por la Curtiembre Arlei S.A. en esta ciudad y reiteró la necesidad de que se deje de arrojar venenos al medio ambiente.
Desde hace tiempo, la población de Las Toscas y Villa Ocampo viene denunciando el aumento de enfermedades como el cáncer, especialmente entre los más pequeños. Sin embargo, no se han detenido las fuentes de contaminación de la zona. La curtiembre Arlei S.A. continúa arrojando sus efluentes en enormes lagunas de residuos a cielo abierto que luego desembocan en el Arroyo Las Toscas, afluente del Río Paraná.
Greenpeace tomó cinco muestras en mayo y en agosto de 2000, que incluían efluentes industriales, sedimentos asociados y desechos sólidos provenientes de un campo donde Arlei S.A. habría depositado en el pasado residuos de su curtiembre. Las muestras, analizadas en el laboratorio de Greenpeace de la Universidad inglesa de Exeter, reflejaron niveles muy altos de cromo en los efluentes y lodos de las lagunas de la empresa.
Una acequia a cielo abierto que corre paralela a un camino cerca de Arlei S.A: mostró niveles de cromo más de treinta veces superiores a los hallados, en promedio, en sedimentos no contaminados. Este camino conduce al Arroyo Las Toscas y es totalmente accesible para niños y adultos. El cromo es tóxico en altas concentraciones y provoca irritación gastrointestinal, úlcera estomacal y daños renales y hepáticos. Además, algunos de sus compuestos son cancerígenos.
"Las curtiembres como esta son un claro ejemplo de por qué es necesario aprobar la ley de reducción del uso de tóxicos", manifestó Verónica Odriozola de Greenpeace Argentina. Mientras sigan utilizando cromo en el curtido seguirán generando residuos tóxicos que deberán colocar en algún lugar. Las lagunas de Arlei son enormes lagunas de veneno que si no termina en el Paraná, se filtra al suelo o a las napas de agua de donde se abastece la población", continuó Odriozola.
Para el Programa de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, las curtiembres son un ejemplo de industrias con alto potencial de impacto ambiental y sobre la seguridad laboral. Esto es consecuencia principalmente del uso de compuestos químicos para el curtido, solventes, pigmentos, etc. que suelen ser tóxicos y persistentes, y afectar la salud humana y el medio ambiente. Los impactos incluyen efectos sobre las aguas donde se descargan los efluentes, el suelo, el agua subterránea, los sitios de disposición de los lodos de tratamiento y residuos sólidos, la calidad del aire y la salud humana (1)
Según datos de la Cámara de la Industria Curtidora Argentina, la empresa Arlei S.A. exportó en 1999 cueros por 42.400.000 pesos, valor que la convierte en la quinta curtiembre exportadora del país.
Greenpeace realizará como ha hecho en las demás oportunidades en las que detectó contaminación industrial, una denuncia penal en el organismo judicial correspondiente.
"No es aceptable que los empresarios sigan haciendo dinero a costa de envenenar el medio ambiente y afectar la salud y calidad de vida de la gente", concluyó Odriozola.