Mapa interactivo denuncia a los responsables de la destrucción de los últimos bosques nativos

Noticia - 4 mayo, 2004
Greenpeace presenta a los verdugos de nuestros ambientes naturales: es hora de saber quiénes, y en dónde, están destruyendo nuestros bosques

Greenpeace lanzó este miércoles, en forma simultánea en todo el norte argentino, un mapa interactivo del centro-norte del país donde se expone a empresas y particulares que realizan grandes desmontes en regiones donde se encuentran las últimas extensiones del languideciente bosque nativo.
 
El mapa interactivo diseñado por Greenpeace permite exponer públicamente los distintos desmontes en el norte-centro de la Argentina. El mapa permite a entidades o a cualquier persona del interior del país, en particular de zonas muy alejadas a los centros urbanos, llegar a Greenpeace con su denuncia de desmontes y colocar el caso en el mapa.
 
La organización ambientalista inauguró el mapa "Paren los desmontes" con seis casos puntuales de desmonte entre los que se destacan la idea del gobierno salteño de vender una Reserva para incrementar los desmontes, y casos de desmontes, violencia y amenazas de desalojos en el interior de la provincia de Santiago del Estero.
 
"Observamos recientemente un aumento significativo de las denuncias sobre desmontes para cultivos, principalmente de soja, provenientes mayormente del norte del país. Como no podemos salir corriendo detrás de cada topadora ideamos esta novedosa herramienta de denuncia en nuestro sitio web, que además nos permite difundir masivamente el problema", dijo Juan Cruz Mones Cazon, coordinador del sitio de Internet de Greenpeace.
 
El mapa Greenpeace ofrece fotografías del lugar y le pone nombre y apellido al desmontador. Además, aparecen también los datos del responsable para que cualquier ciudadano preocupado por los desmontes los pueda llamar para reclamarles que dejen de hacerlo.
 
El mapa puede verse en el sitio central de Greenpeace Argentina. Además de poder denunciar y ver los lugares donde se está desmontando, quien ingrese a la página podrá ver imágenes satelitales e informes sobre lo que está sucediendo en el terreno.
 
"Existe un consenso muy sólido de la comunidad científica local sobre la necesidad de establecer una moratoria para frenar los desmontes y establecer planes de ordenamiento territorial para salvar nuestros últimos bosques. Pero una vez más la racionalidad de los expertos es pisoteada por la indeferencia de las autoridades nacionales y provinciales que miran de costado el paso de las topadoras sojeras que devoran cientos decenas de hectáreas de bosques nativos por día", sostuvo Emiliano Ezcurra, coordinador de la campaña de Biodiversidad de Greenpeace.
 
"El norte argentino es muy grande, el NOA solamente es grande como Alemania, y no es sencillo ni accesible muchas veces llegar a los lugares donde están desmontando: por eso muchas empresas pensaban que el ojo de la opinión jamás llegaría a verlos, pero hoy eso cambió con este mapa interactivo en internet", concluyó Ezcurra.
 
La aplicación de la soja transgénica, por su facilidad en el control de las malezas, se convirtió rápidamente en una fiebre, en un “boom”. El avance de este cultivo orientado al mercado internacional impulsó la expansión de la frontera sojera, destinando a la producción tierras que no eran de uso agrícola, deforestando bosques y selvas nativos, como las yungas salteñas o el monte santiagueño.
 
El avance de la frontera agrícola está destruyendo no sólo lo que nos queda de nuestros bosques (un 30% de la superficie original), sino que nos priva de los beneficios de estos ecosistemas: protección climática, retención de aguas para evitar inundaciones y la degradación del suelo. Oportunidades económicas ciertas para el desarrollo sustentable se pierden para siempre.
 
Esta incorporación de nuevas tierras para la agroexportación también se hace muchas veces a través de la expulsión de las familias campesinas y las comunidades de los pueblos originarios (ocupantes ancestrales de esos espacios) que trabajan y ocupan legítimamente esas tierras.