Noticia - 21 julio, 2005
Una veintena de activistas de Greenpeace caracterizados como moscas, ratas y cucarachas se pronunciaron hoy en contra del avance del proyecto de ley de Basura Cero que se discute en la Legislatura de la Ciudad. Las alimañas reclamaron a los legisladores que no sancionen la ley que afecta sus fuentes de trabajo.
Moscas, ratas y cucarachas se manifestaron frente a la Legislatura porteña.
Activistas de Greenpeace caracterizados como ratas, moscas y cucarachas protestaron hoy contra el proyecto de ley de “Basura Cero” que se discute en la Legislatura de la Ciudad, y que ya cuenta con dictamen de la Comisión de Ecología por lo que podría ser próximamente convertido en ley.
Las alimañas se quejaron de que con una Ley de “Basura Cero” los residuos ya no estaría ntoda mezclados en las bolsas, sino que la gente debería separar los materiales reciclables en origen.
Buenos Aires genera diariamente entre 4 mil y 5 mil toneladas de basura que se entierran en los predios de la CEAMSE (Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado) en el conurbano provocando no solamente la contaminación del aire, el suelo y el agua, sino también un enorme despilfarro de recursos.
“La Ley de Basura Cero plantea un cambio sustancial, disminuyendo la cantidad de basura enviada a los rellenos sanitarios en un 50 por ciento en 5 años y en un 75 por ciento en 15 años, llegando a Basura Cero en el 2020”, sostuvo Juan Carlos Villalonga, Director Político de Greenpeace Argentina.
“Para alcanzar esta meta, la ciudad deberá poner el acento en medidas que promuevan la separación de los residuos en los hogares, la recolección diferenciada y el reciclado y compostaje posterior de los residuos”, agregó Villalonga.
“Los legisladores están avanzando en el sentido correcto, promoviendo la sanción del proyecto de Ley “Basura Cero”, es hora que la ciudad de Buenos Aires maneje integralmente sus residuos sólidos urbanos de manera sustentable, dejando en el pasado el modelo enterrador que genera contaminación y conflictos en el conurbano bonaerense”, dijo Villalonga.
La Comisión de Ecología de la Legislatura porteña aprobó el dictamen del proyecto de ley de “Basura Cero” que, de este modo, ya cuenta con un texto consensuado que deberá ahora ser refrendado por la Comisión de Obras Públicas.
El proyecto contempla una modificación estructural del modelo de gestión de los residuos sólidos urbanos y prevé un cronograma decreciente de los volúmenes de residuos que se entierran en los rellenos sanitarios hasta llegar a cero en 2020.
En el artículo primero del proyecto, se propone adoptar “como principio rector para la problemática de los residuos urbanos el modelo de ‘Basura Cero’”, una estrategia ya adoptada por numerosas ciudades en el mundo, que consiste “en la aplicación de programas integrados en un sistema global que incluye la maximización del tratamiento y reciclaje de los residuos, la disminución de los desechos domiciliarios e industriales y la fabricación de productos para ser reutilizados o reciclados”.
Además, el proyecto prohibe la incineración como método de tratamiento de los residuos urbanos, al menos hasta que se haya alcanzado la meta del 75 por ciento de reducción de la basura que se vuelca a los rellenos sanitarios, prevista para 2017.
El proyecto fue firmado por los diputados Juan Manuel Velasco (ARI), Mirta Onega (Compromiso Social); Marcelo Godoy (Frente Compromiso para el Cambio) y Rubén Angel Devoto (Movimiento por un Pueblo Libre) del interbloque de izquierda .
En rigor, la iniciativa se denomina “Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos” y promueve, entre otras cuestiones, la instalación de plantas de compostaje para tratar los residuos orgánicos y biodegradables de Buenos Aires, la sanción de una ley de envases que promueva la vuelta a las botellas de vidrio y la puesta en marcha de un programa de reciclaje y reutilización de materiales a escala urbana.
La norma también incorpora un criterio conocido como “Extensión de la responsabilidad del productor”, un concepto por el cual se extiende “la responsabilidad de los fabricantes por sobre todos los productos que fabrican mas alla del punto de venta, obligándolos a hacerse cargo del reciclaje o la disposición final de sus productos”.