Santiago del Estero: La Iglesia, el campesinado, la Universidad Nacional, ONGs locales y Greenpeace le solicitan a Lanusse detener los desmontes

Noticia - 19 mayo, 2004
Greenpeace presentó evidencias sobre la altísima tasa de desmonte que está provocando el avance sojero en la provincia. Junto a diversas fuerzas vivas santiagueñas se solicitó al Interventor una moratoria a los desmontes, la principal causa de la extinción del bosque nativo y los desalojos a campesinos

Ambientalistas, campesinos, intelectuales, expertos universitarios y referentes de la Iglesia Católica de Santiago del Estero, presentaron en forma conjunta un pedido de moratoria a los desmontes en toda la provincia, que harán llegar a manos del Interventor Pablo Lanusse.

El pedido fue formulado en una conferencia de prensa realizada hoy en la capital santiagueña, por parte de la Pastoral Social de la Iglesia Católica santiagueña, la Mesa de Tierras, el Movimiento Campesino de  Santiago del Estero (Mocase), la organización no gubernamental Prodemur (Promoción de la Mujer Rural), el Grupo de Reflexión Rural, la Universidad Nacional de Santiago del Estero, y Greenpeace Argentina.

En ese marco Greenpeace presentó hoy en esta ciudad un trabajo realizado en base a secuencias multitemporales de imágenes satelitales encargado a técnicos de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNSE (Universidad Nacional de Santiago del Estero) en donde se evidencia la altísima tasa de deforestación que el avance de la frontera de la soja está provocando sobre el monte santiagueño, parte importante de lo que aún queda en pie del quebrachal del Chaco Semiárido. Sólo la tasa de deforestación en Santiago del Estero quintuplica la media mundial, marcando un triste récord de destrucción ambiental.

Según el Dr. en Ingeniería Forestal Publio Araujo, se estima que en el último siglo, se destruyeron en Santiago del Estero más de 2.500.000 hectáreas de monte del Chaco semiárido. En los últimos diez años, desaparecieron otras 450 mil hectáreas de bosque: de éstas, 300 mil ha (un 60% del total) fueron destruidas en los últimos tres años.

La superficie destruida en los últimos años se corrsponde con el intenso avance sojero en la zona y equivale a 420.000 canchas de fútbol.

La demanda conjunta incluyó el pedido de regularización de la posesión de la tierra que ha sido fuente permanente de conflicto entre campesinos habitantes del monte por varias generaciones y algunos supuestos propietarios que en varias oportunidades y amparados por los vestigios del régimen juarista han contratado a las fuerzas de seguridad para tratar como intrusos a los campesinos y desalojar familias enteras.

"El pedido está técnicamente justificado, socialmente consensuado y abre las puertas a un nuevo uso de la tierra, donde el volumen de cosecha no sea el único indicador de éxito sino también el aumento del trabajo rural, la salud del suelo y el estado del monte" dijo el sacerdote Sergio Lamberti, de la Pastoral Social del Obispado de Santiago del Estero.

Por su parte Oscar Soria, de Greenpeace, presente en la conferencia expresó: "Llegó la hora de trazar la línea de la frontera agrícola. El monte no es un estorbo para la agricultura, el monte es la fuente de trabajo y alimentación de mucha gente. El quebrachal se regenera y se puede manejar en forma sustentable, el perfil productivo del monte es forestal y no se lo debe eliminar ya más para el monocultivo de soja".

"En la ecuación socioeconómica el monte santiagueño dio más de lo que recibió, se lo degradó históricamente para subsidiar el desarrollo de importantes industrias como el tanino y el ferrocarril pero a cambio de esos impactos no recibió beneficios ya que estos se concentraron en sitios alejados de la provincia", dijo Silvia Borselino, abogada de Prodemur.

El quebrachal santiagueño se encuentra dentro del ecosistema del Chaco Semi árido, junto con el Chaco Húmedo conforman el ecosistema del Gran Chaco Americano segundo en superficie luego del Amazonas. Es el hogar de los quebrachos blanco y colorado, mistoles, itines y algarrobos. Entre la fauna se destaca el tatú-carreta (severamente comprometido), la boa arco iris, el oso melero, los pecaríes de collar y labiado, el mono carayá, el loro hablador y múltiples especies de armadillos.

Greenpeace ha lanzado recientemente una campaña para frenar los desmontes bajo el lema "Ni una hectárea más" y fue precisamente en esta provincia donde el pasado sábado 8 de mayo junto a 400 campesinos realizaron una foto área con esa leyenda escrita sobre un cartel gigante. La entidad ha habilitado en su sitio de Internet un mapa interactivo donde se denuncia quien, cómo y dónde se está desmontando.