Groenlandia, 17 de junio de2011-. Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional, fue arrestado esta mañana por la marina danesa luego de escalar la mayor plataforma petrolera del Ártico, Leiv Eiriksson, para exigir un alto inmediato en las perforaciones en aguas profundas.
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© Jiri Rezac / Greenpeace
Esta mañana Kumi Naidoo se embarcó en un gomón de alta velocidad que partió desde “Esperanza”, un buque de Greenpeace y esquivó a la armada danesa que custodia la plataforma desde hace semanas. Luego de atravesar la zona de exclusión, a 120 km de Groenlandia, trepó 30 metros por una de las gigantescas columnas de la plataforma, donde permaneció durante 90 minutos, antes de ser arrestado y llevado a la ciudad de Nuuk.
Allí, el ecologista exigió al capitán de la plataforma detener de inmediato la perforación sobre el lecho marino y que la compañía operadora, la escocesa Cairn Energy, entregue una copia del plan de acción en caso de derrames petroleros en esa región. Este documento ha sido negado hasta el momento y es el principal motivo de esta campaña de acción directa en el Ártico, que se desarrolla desde hace un mes con el apoyo de miles de personas de todo el mundo.
Esta acción ocurre una semana después de que Cairn Energy, obtenga una medida cautelar contra Greenpeace que impone multas de 50.000 euros por día en caso de violar la zona de exclusión. Cairn impulsó la medida luego de que 20 activistas de Greenpeace, entre ellos una argentina, fueran arrestados en la plataforma tras detener sus operaciones de perforación.
Naidoo, máxima autoridad de la organización a nivel mundial, se ofreció como voluntario para escalar la plataforma y exigir personalmente a la empresa que detenga esta peligrosa operación. En la acción, llevó consigo 50.000 firmas de todo el mundo que demandan a Cairn explicar que hará en caso de un accidente similar al de British Pretoleum (BP) en el Golfo de México el año pasado.
Antes de partir del “Esperanza” Naidoo declaró: “Esta es una batalla crítica de nuestra época, es la lucha contra la locura de quienes ven el derretimiento del hielo en el Ártico como algo positivo. Mientras el hielo retrocede las empresas petroleras quieren enviar plataformas a perforar en estos mares para sacar el mismo combustible fósil que nos llevó a esta catástrofe global. Tenemos que frenarlos. Esto va directo al corazón de qué mundo queremos nosotros y el que le queremos dejar a nuestros hijos”.
Y agregó: “La carrera petrolera por el Ártico es una gran amenaza para el clima y este hermoso y frágil ambiente. Sentí que Greenpeace no tenía otra opción más que volver a la plataforma, por eso me ofrecí como voluntario. Cairn tiene algo que ocultar, no quiere publicar su plan de respuesta en caso de derrame, y es porque no habría solución. Voy hasta la plataforma a exigir ese plan con las firmas de 50.000 personas que enviaron mensajes a Cairn y no me retiraré hasta que lo tenga en mis manos”.
“La gente se preguntará qué hace un africano preocupado por lo que pasa en el Ártico, pero los científicos dicen que el calentamiento global aquí puede tener efectos colaterales para gente en todo el mundo y cambiar dramáticamente patrones climáticos a miles de kilómetros de aquí. En algún punto tenemos que trazar una línea y decir basta. Y yo digo que la línea la marcamos acá, en el hielo del Ártico”, concluyó.
Greenpeace ha solicitado repetidas veces a Cairn el plan de respuesta en caso de derrame, incluyendo una visita a su sede central exigiendo que lo publique. Cairn sostiene que las autoridades de Groenlandia no le permiten publicarlo. Sin embargo, el cuerpo legal de Greenpeace indica que esto es posible si la empresa tuviera la voluntad de hacerlo. La publicación de esos planes es práctica corriente en la industria y la Guía de Explotación Hidrocarburífera en Alta Mar del Consejo Ártico, establece claramente cuáles son los mecanismos de respuesta rápida en caso de derrames (que deben estar listos antes de la operación) y la que esa información debe ser pública.
Incluso la corte holandesa, que dio lugar a la medida cautelar solicitada por Cairn, introdujo en la sentencia: “Debe concederse a Greenpeace Internacional que el desastre ocurrido en el Golfo de México demuestra el serio peligro de las perforaciones de alta profundidad. Capricornio [la subsidiaria de Cairn Energy en Groenlandia] no ha refutado que, de presentarse un escenario similar en las locaciones del Ártico, sería casi imposible frenar el derrame, debido a las condiciones climáticas de la zona, que sólo permiten la navegación durante unos pocos meses al año. Un derrame de este tipo puede tener consecuencias significativas para los humanos, la vida silvestre y el ambiente en una vasta región (…). El juez toma debida nota del hecho de que Capricornio no tiene la voluntad de publicar su plan de respuesta.”
Kumi (45), ha sido un líder del movimiento juvenil anti apartheid en Sudáfrica donde fue arrestado en varias ocasiones y acusado de violar leyes contra la movilización masiva, la desobediencia civil y el estado de emergencia. Vivió en la clandestinidad hasta que fue forzado al exilio en el Reino Unido.
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Notas al editor:
Los expertos sostienen que un derrame en el Ártico sería extremadamente difícil de tratar debido a las bajas temperaturas y su locación tan remota:
http://www.guardian.co.uk/environment/2011/may/24/danish-commandoes-greenpeace-arctic-oil
La plataforma Leiv Eriksson es una de las dos únicas plataformas que operan fuera de la costa de Groenlandia. Las grandes petroleras observan estas operaciones con gran interés. Si Cairn encuentra petróleo este verano Exxon, Chevron y los otros gigantes petroleros (que ya han comprado licencias en Groenlandia) comenzarán a perforar en el área y la carrera por el petróleo Ártico habrá comenzado.
Records de retracción del hielo Ártico en diferentes estaciones:
http://www.ijis.iarc.uaf.edu/en/home/seaice_extent.htm
Dos semanas atrás Greenpeace detuvo las operaciones de la plataforma por cuatro días al colgar una cápsula de supervivencia con dos activistas debajo de la plataforma. El 4 de junio pasado Greenpeace frenó las operaciones por 10 horas luego de que 18 activistas escalaran la plataforma para demandar una copia del Plan de Cairn en Caso de Derrame.
Incluso sin un accidente, Cairn admite que sus operaciones de perforación resultarán en al menos 9.000 toneladas de residuos químicos vertidos directamente en el Estrecho de Davis en el mar Ártico, incluyendo 180 toneladas de elementos químicos de la lista roja (más que la suma de las operaciones anuales de Noruega y Dinamarca). La compañía admite que pasarán décadas antes de que la gente de Groenlandia vea las ganancias de este negocio que por otra parte amenaza severamente la actividad pesquera de Groenlandia, que representan hoy el 88% de su economía de exportación.
El sitio donde está perforando Cairn se conoce como El Iceberg de Alley. La empresa remolcará icebergs fuera del curso de la plataforma o utilizará cañones de agua para alejarlos y buscar evitar una colisión con la plataforma. Si los icebergs son demasiado grandes la empresa admite que deberá mover la plataforma. El año pasado icebergs de 260km2 (más grandes que toda la Ciudad de Buenos Aires) se desprendieron del un glaciar cercano llamado Petermann al norte del Icerbeg de Alley. La región es famosa por su población de narvales.