Más de 800.000 salmones se escaparon esta semana desde las jaulas del centro de cultivo Punta Redonda de la empresa Marine Harvest (ubicado en las cercanías de Isla Huar, a unos 20 kilómetros al sur de Puerto Montt). No solo se trata de una de las mayores fugas de salmones en Chile, sino que los peces que escaparon tienen altas dosis de antibióticos, por lo que constituyen un peligro y no pueden ser consumidos.  En este post Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace, da respuesta a 15 preguntas sobre este caso:

1. ¿Por qué los salmones tienen antibióticos?

Los salmones nos son especies que se encuentren de manera natural en el mar chileno, son animales que han sido introducidos de manera artificial por lo que no son nativos. Al no ser peces de esta zona, desarrollan gran cantidad de enfermedades que para evitar su muerte, hace necesaria la administración de alta dosis de antibióticos. Para tener de referencia, una misma empresa utiliza hasta 700 veces más antibióticos sobre un salmón en Chile, de lo que utiliza para ese mismo salmón en Noruega.

2. ¿Por qué pasó esto?

Las causas de por qué se escaparon los salmones son desconocidas por el momento y desde Greenpeace exigimos que se investiguen. La empresa ha señalado que producto de “malas condiciones climáticas” las jaulas sufrieron daños que provocaron los escapes. Esta explicación es inaceptable, en cuanto las condiciones climáticas el día de la escapa son las condiciones normales y esperables para la zona en el mes de julio. Este escape es una prueba más de las terribles consecuencias que tiene el desarrollo de la salmonicultura en los mares y ecosistemas del sur de Chile.

3. ¿Cómo se puede solucionar?/¿Qué solución proponen?

Es urgente capturar a la mayor cantidad de salmones posibles. Sin embargo, dada la magnitud de escape esto resulta cada día más difícil. El impacto debido a la gran cantidad de salmones que se escaparon, es irreversible. Desde Greenpeace exigimos que se le quite la concesión y permiso ambiental a la empresa, ya que han demostrado no cumplir con los estándares mínimos. Creemos también que las autoridades deben ordenar la re captura de la gran mayoría de los salmones escapados, y no sólo del 10% de éstos como lo han señalado por el momento.

4. ¿Los salmones que comemos también tienen antibióticos? ¿Cómo afectan nuestra salud?

Los salmones que se consumen puede tener trazas de antibióticos y así ha sido demostrado por estudios y el rechazo de envíos de salmón Chileno a otros países. Un ejemplo es el caso de Buenos Aires, donde se realizó un estudio sobre los salmones chilenos comercializados, y se detectó que en más del 60% de los salmones testeados, había rastros de antibióticos. La Organización Mundial de la Salud ha recomendado eliminar o disminuir su uso, y en Chile la cantidad de antibióticos incluso ha aumentado. Dentro de los principales impactos está la resistencia a éstos que se puede generar en el cuerpo humano, haciendo que los antibióticos dejen de ser efectivos cuando las personas necesiten utilizarlos para combatir enfermedades. En el caso particular de los salmones que se escaparon, consumirlos puede provocar problemas especialmente en niños y embarazadas, ya que recientemente se les administraron estos antibióticos, por lo que las autoridades de salud y la propia empresa, han advertido estos negativos impactos.

5. ¿Esto tiene algún impacto o peligro para el ambiente? ¿Cómo?

Este impacto tiene grandes impactos en el medio ambiente. Los salmones, al ser especies no nativas y carnívoras, es muy probable que se alimentan de los peces nativos que tengan a su alcance, generando una depredación de las especies que hoy día son el sustento de pescadores artesanales, además de ser parte del patrimonio ambiental de la zona. Además, estos salmones pueden subir por los ríos estableciendo zonas de reproducción a decenas de kilómetros de donde fue el escape, generando que estos salmones constituyan una nueva especie invasora que se establezca de manera irreversible en la región, generando perjuicio para la subsistencia de las especies  nativas.

6. ¿Esto significa que estas industrias no operan con normas seguras?

Las normas con las que opera la salmonicultura en Chile han demostrado ser completamente insuficientes. Es importante señalar que la crisis ambientales que provoca la industria del salmón, han dejado de ser hechos aislados y hoy podemos comprobar que las mortandades masivas de salmones, la contaminación constante del mar, los escapes de salmones que ponen en riesgo la salud de las personas y a las especies nativas, son consecuencias propias de permitir que la salmonicultura opera en el océano. La industria a demostrado durante 30 años, que no es capaz de funcionar en Chile, sin generar impactos negativos de gran magnitud en el medio ambiente.

7. ¿Si llegamos a consumir alguno de estos salmones es peligroso para la salud?

Efectivamente. Hoy día esos salmones son tóxicos para el humano y el ecosistema. Las autoridades de salud y la propia empresa han alertado y realizado un llamado a no consumirlos.

8. ¿Qué debo hacer si llego a consumir uno de estos salmones con antibióticos?

Debe dirigirse de inmediato a un centro asistencial. Las autoridades de salud hicieron un urgente llamado a no consumir estos salmones, ya que representan riesgos importantes para la salud, especialmente en niños y embarazadas.

9. ¿Cómo puedo saber si el salmón que consumí fue uno de los que se fugó?

No hay cómo saberlo. No existe forma para identificar entre un salmón que finalizó su proceso de cría y cosecha y uno que se escapó en este evento. Esto resulta muy grave, ya que los escapes son algo todos los días en los centros de salmonicultura y no existe forma de identificar si el salmón que me están dando, no proviene de un escape. El escape masivo que se está sufriendo hoy día nos ha ayudado a entender lo peligroso que son los salmones que se cultivan en Chile, dada su alta concentración de antibióticos y químicos, lo que han tenido que reconocer las propias autoridades e incluso la empresa productora.

10. ¿Cuántos se escaparon?

Se estima que se escaparon alrededor de 900.000 salmones. Para tener una referencia, durante el 2017 en todo chile se escaparon cerca de 200.000 salmones. Es decir, en sólo un día , a una sola empresa en un solo centro, se le escaparon 4 veces más salmones de lo que se escapan en un año entero a todas las empresas a lo largo de Chile.

11. ¿Se rescataron algunos de esos salmones?

Según información de las autoridades, se han rescatado cerca de 1.500 salmones. Es un cifra bajísima considerando el gran número de salmones escapados. Además, hoy día no existe forma alguna de comprobar que los salmones rescatados, corresponden a los salmones provenientes del centro que registró el escape masivo y en cual los salmones son altamente peligrosos para la salud.

12. ¿Por qué tienen que estar enjaulados los Salmones? ¿Por qué estaban enjaulados?

Estos salmones no correspondían a especies silvestres nativas de la zona. Son introducidos de manera artificial y las empresas los crían en grandes jaulas en el medio mar, donde les introducen gran cantidad de químicos y antibióticos para que logren subsistir. Los salmones viven hacinados en estas jaulas, generando gran contaminación con sus fecas, alimentos no consumidos y químicos administrados en el mar. Son grandes granjas que “cultivan” a estos peces para luego cosecharlos y comercializarlos.

13. ¿Qué hace Greenpeace por este tema?

Greenpeace está analizando las acciones legales ha implementar por el escape del salmones. Además hemos estado realizando una amplia campaña para la protección de los océanos, exigiendo que se frene la expansión de la salmonicultura en la Patagonia chilena. Durante las últimas crisis que ha provocado la industria, como por ejemplo el vertido de miles de toneladas de salmones frente a Chiloé, hemos aportado con denuncias concretas e investigaciones sobre los impactos en el ecosistema.

14. Esto sigue pasando, ¿el Gobierno no hace nada al respecto?

El gobierno efectivamente no ha implementado ninguna medida que apunte a evitar que estas crisis y desastres ambientales sigan sucediendo. Peor aún, han incluso cometido ilegalidades para proteger a la industria, como lo señaló la propia corte de apelaciones que determinó que la autorización entregada por el gobierno el año 2016 para arrojar miles de toneladas de salmones en descomposición al mar, había sido completamente ilegal. Hoy más que nunca es urgente que presionemos a las autoridades para que apliquen las máximas sanciones a las empresas, establezcan medidas de recuperación de los ecosistemas y frenen la expansión de la salmonicultura en la Patagonia, para así evitar que estos problemas se trasladen y se repitan en las aguas más puras de planeta.

15. ¿Es lo mismo que pasó en Chiloé?

No es exactamente lo mismo. En 2016 en Chiloé se murieron en diferentes centros de cultivos (incluído el centro de donde se escaparon los salmones en el evento actual) más de 30 mil toneladas de salmones. Luego, el gobierno autorizó de manera ilegal, que parte de estas mortandades que se encontraban en estado de putrefacción, se arrojaran al mar frente a las costas de Chiloé. Posterior al vertido, cientos de especies marinas comenzaron a aparecer muertas en las playas del archipiélago y se desarrolló una marea roja de gran agresividad y toxicidad. Investigaciones realizadas por Greenpeace entregó evidencia científica sobre cómo el vertido de estos salmones influyó en el gran desastre ambiental y social de 2016. Hoy, hay sólo dos años, tenemos una nueva crisis con los protagonistas: las empresas salmoneras.