El Papa subraya la importancia de proteger el medio ambiente.
Kumi Naidoo, Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional, expresó su punto de vista sobre la difusión del documento:
“Greenpeace celebra la invaluable intervención del Papa Francisco en la lucha de la humanidad contra el cambio climático. Esta primer encíclica sobre medio ambiente pone al mundo un paso más cerca de ese punto de inflexión en el que abandonaremos los combustibles fósiles y adoptaremos por completo el uso deenergías renovables para todos, para mitad del siglo 21. Todos, sin importar su religión o creencia, pueden y deben responder a este llamado urgentemente.
Como señala la encíclica, el medio ambiente es un bien común, la herencia de la humanidad y la responsabilidad de todos nosotros. Greenpeace siempre adoptó ese punto de vista. Es por eso que, con el apoyo de millones de personas, apuntamos a detener los planes de Shell para perforar el Ártico.
Cuando el Papa sotiene que 'las tecnologías basadas en combustibles fósiles, altamente contaminantes (especialmente el carbón, pero también el petróleo y, en menor medida, el gas) tienen que ser reemplazados progresivamente y sin retraso' es una llamada transparente y directa para los inversores, directores ejecutivos y líderes políticos para acelerar el paso hacia una revolución basada en energías limpias.
Francisco explica que 'aquellos que poseen la mayoría de los recursos y el poder económico o político, parecen estar más preocupados por ocultar los problemas y esconder los síntomas del cambio climático'. Esta frase es un reclamo apropiado para aquellos que niegan el cambio climático.
Sobre todo, el Papa Francisco nos recuerda a todos, desde simples ciudadanos a líderes mundiales,nuestra responsabilidad moral de actuar contra la injusticia social y climática. Quienes menos tienen son los más afectados por el cambio climático, aunque fueron ellos quienes menos contribuyeron a producir el problema”.
Por su parte Martin Kaiser, responsable de política climática internacional de Greenpeace Internacional, sostiene:
"Recibimos con satisfacción la claridad y franqueza de la encíclica al abordar la debilidad en las políticas internacionales sobre cambio climático, donde prevalecen demasiados intereses particulares por sobre el bien común. Las palabras del Papa deben movilizar a los jefes de gobierno para animarlos a aprobar leyes estrictas en sus países que protejan el clima y acordar un contundente protocolo climático en París, a finales de este año.
La encíclica señala con certeza que la deforestación es una causa importante en el aumento de las emisiones de dióxido de carbono, como así también en la pérdida de biodiversidad. Respaldamos la llamada del Papa Francisco a los líderes mundiales para proteger los bosques y los océanos, así como su pedido para escuchar las demandas de la gente y los científicos de todo el mundo."