La tala ilegal mata de nuevo en el Amazonas

Prensa - 4 mayo, 2015
El líder de la tierra indigena de Alto Turiaçu , en la Amazonia brasileña, fue asesinado el pasado domingo, 26 de abril; Los grupos indígenas culpan a los madereros.

Otra muerte anunciada tuvo lugar el pasado domingo en el Amazonas. Eusébio ka'apor, de la tierra indígena de Alto Turiaçu, en el estado de Maranhão, en Brasil, recibió un disparo en la espalda y murió en la entrada del asentamiento Areal, entre las ciudades de Centro do Guilherme y Santa Luzia do Parua.

Esta no es la primera vez que el pueblo de Ka'apor alerta a las autoridades sobre las amenazas de los madereros. Desde el año 2008, el pueblo de Ka'apor, ha pedido a las autoridades que tomen medidas para prevenir acciones de tala ilegal y la deforestación en la región, pero solo unas pocas acciones se han llevado a cabo, permitiendo que los crímenes continuen ni bien los equipos de inspectores abandonan el lugar.

Cansado de esperar el accionar del gobierno, a partir de 2013, Ka'apor comenzóa llevar a cabo una supervisión independient y territorial de protección ambiental de su área, expulsando a los madereros de áreas protegidas. Estas acciones han contribuido a frenar  el avance de la tala ilegal, pero han dado lugar a represalias, amenazas y persecución. Muchos pueblos han sido invadidas por madereros que constantemente amenazan a los indígenas y la gente de la región.

El conflicto se ha prolongado durante años sin solución y también ha sido registrado en numerosos informes de la prensa nacional e internacional. Las imágenes de indígenas expulsando a los madereros para proteger su tierras han recorrido el mundo entero.

"Los Ka'apor están tomando la iniciativa en la defensa de su territorio, pero están solos, sin el apoyo del gobierno, cuyo deber es hacer cumplir la ley ", afirmó Borges Madalena, del Consejo Misionero Indigena  (CIMI) de Maranhão.

Según informó Greenpeace, la industria maderera en la Amazonia está fuera de control y documentos oficiales se han utilizado para encubrir la extracción de madera procedente de zonas no autorizadas o protegidas, como unidas de conservación  y tierras indígenas.

"Sumado a la impunidad clásica de Brasil, lo que alienta este tipo de invasión de tierras indígenas, para la extracción ilegal de tala de la madera, es la certeza de que la madera robada puede ser lavada con facilidad y luego vendida sin ningún problema, incluso en el mercado internacional, al no aplicar su legislación como deberían para evitar esto. No hay dudas que estos conflictos prenden la llama para estimular graves conflictos sociales en la región, que acarrean violencia y muertes", dijo Marina Lacorte, de la campaña de Bosques en Greenpeace Brasil.

Unidades de Conservación y Tierras Indígenas son una de los más eficaces formas de proteger el bosque. La Tierra Indígena de Alto Turiaçu, por ejemplo, es uno de los últimos vestigios de lo que fue la selva amazónica en el Estado de Maranhão. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos realizados por los indígenas y la gente para protegerla, la amenaza es tan constante que en 2012 se perdieron 44.000 hectáreas (8,07% de su superficie total), por lo que es la quinta tierra Indigena más deforestada en la Amazonía.

"El gobierno brasileño debe ser considerado responsable de esta situación que los pueblos indígenas están sufriendo, esta violencia no debe continuar.  La negligencia del gobierno en la protección de éstos territorios lo convierte en complice de los crímenes ", dijo Madalena, desde CIMI. "La lucha es para liberar a la tierra y por la vida de la Ka'apor," ella concluye.

La sociedad puede, y debe, unirse y exigir que los criminales sean castigados y ayudar presionando a las autoridades a investigar el caso.

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