Prensa - 13 diciembre, 2013
Santiago, 13 de diciembre 2013.- Las autoridades rusas decidieron esta mañana que los activistas de Greenpeace que habían sido detenidos por protestar contra la extracción de petróleo en el Ártico, no pueden salir del país, desafiando el fallo de un tribunal internacional que ordenó que se les permita regresar inmediatamente.
El Comité de Investigación de Rusia dictó esta disposición para Mie Anne Jensen, de Dinamarca, lo que indica que no tiene libertad para salir del país. Los abogados de Greenpeace suponen que todos los acusados no rusos serán tratados de la misma manera por las autoridades. Esto significa que se verían obligados a permanecer en San Petersburgo para la Navidad y posiblemente un tiempo más.
Peter Willcox, capitán del Arctic Sunrise (el buque capturado por Rusia después de la protesta pacífica en una plataforma petrolífera en el mar de Pechora) y uno de los 30 ambientalistas que actualmente se encuentra libre bajo fianza en la ciudad de San Petersburgo, dijo:
"Estoy listo para ir a casa con mi familia. Nos detuvieron en aguas internacionales y fuimos llevados a Rusia en contra de nuestra voluntad, entonces fui acusado de un crimen que no cometí y me mantuvieron en prisión durante dos meses. Un tribunal internacional respetado dice se nos debería permitir ir a casa, también numerosos presidentes y primer ministros, pero no podemos conseguir visas para salir del país, e incluso si pudiéramos no hay garantía de que la Comisión de Investigación no programará una entrevista para el día en que llego a casa, que me obligue a romper las condiciones de mi fianza. Estamos atrapados en un círculo vicioso burocrático, es un desaire deliberado contra el derecho internacional. De cualquier manera esto es una farsa”.
En noviembre, un fallo del Tribunal Internacional del Derecho del Mar ( TIDM ) - compuesto por veintiún jueces eminentes - ordenó a Rusia que los 30 activistas detenidos puedan abandonar el país inmediatamente y que libere el barco de Greenpeace Arctic Sunrise, tan pronto se pagó una fianza de 3,6 millones de euros en forma de una garantía bancaria. Ese fallo publicado el 29 de noviembre por el Gobierno de los Países Bajos (donde el Arctic Sunrise tiene su bandera), es desafiado por las autoridades rusas.
“Esto es una clara violación al derecho internacional por parte de Rusia”, asegura Matias Asún Director de Greenpeace en Chile. “nosotros no vamos a parar hasta que nuestros 30 compañeros consigan su libertad definitiva y el Ártico sea declarado una zona protegida, libre de empresas como Shell y Gazprom que amenazan este territorio con un derrame de petróleo”, dice Asún.
Un decreto de amnistía con probabilidades de ser votado por la Duma (parlamento ruso) este mes podría hacer caer los cargos contra los activistas. El borrador de decreto presentado por el presidente Putin no los incluye, aunque una pequeña enmienda en la Duma podría beneficiarlos con la amnistía.
Los activistas fueron detenidos el pasado 19 de septiembre por la Guardia Costera Rusa, al intentar denunciar de manera pacífica los riesgos ambientales de la extracción de petróleo en el Ártico que pretende realizar la empresa energética Gazprom, socia de Shell.
Es injusto, es ilegal. Debemos detenerlo. Libertad definitiva a los 30 del Ártico. Suma tu apoyo aquí.
Notas:
(1) Durante el comienzo de la protesta pacífica, la Guardia Costera detuvo a dos activistas escaladores que habían logrado subir por el costado de la plataforma. No les levantan cargos en ese momento, solo los retienen. Un día después, todos los activistas y la tripulación son detenidos a bordo del Arctic Sunrise por agentes rusos armados. El barco de Greenpeace se encontraba en la zona económica exclusiva rusa, donde de acuerdo a la Convención de la ONU sobre la Ley del Mar, hay derecho a la libre navegación y ningún estado ribereño puede abordar ni secuestrar una embarcación.