Los cargos de piratería siguen vigentes y los activistas serán trasladados

Prensa - 1 noviembre, 2013
1 de noviembre de 2013.- Las autoridades judiciales de Rusia aún no removieron los cargos de piratería contra los 30 activistas de Greenpeace detenidos en Rusia luego de realizar una protesta contra la extracción de petróleo en el Ártico. A su vez, fuentes diplomáticas informaron que serán trasladados a una prisión en San Petersburgo.

El Comité de Investigaciones ruso anunció la semana pasada que las acusaciones de piratería serían sustituidas por cargos de vandalismo organizado (“hooliganismo”). Sin embargo a fecha de hoy los primeros cargos no fueron retirados y a estos se les añadió la nueva acusación. Ahora, los 30 están acusados de dos delitos, cuyas penas máximas conllevan 15 y 7 años de prisión, respectivamente.

 Matías Asún, Director Nacional de Greenpeace señaló: "Los activistas de Greenpeace y los reporteros que los acompañaban llevaron a cabo una protesta pacífica en el Ártico. No son ni piratas ni vándalos, son personas preocupadas por nuestro futuro y deben ser liberados de forma inmediata. Está detenidos justamente por enfrentar y denunciar de forma pacífica una catástrofe inminente a manos de la ambición petrolera de GAZPROM y su socia Shell, sin embargo las autoridades buscan criminalizar su accionar y dificultar el trabajo que nuestra organización viene haciendo en materia legal y humanitaria para asistirlos. No nos vamos a dejar intimidar ni nos vamos a detener hasta que los 30 vuelvan a casa con sus familias".

 Una vez que los cargos de piratería sean retirados, la ley establece que los detenidos deben ser liberados de inmediato. Esto se debe a que el derecho internacional prohíbe a un país apoderarse de los buques de otros países en aguas internacionales, excepto en casos extremos como actos de piratería. Permitir que cualquier Estado retenga las embarcaciones de otras naciones por cargos menores  sería una gran amenaza para el comercio y las relaciones internacionales.

 Greenpeace tomó conocimiento a través de fuentes diplomáticas de que los activistas serán trasladados desde el centro de detención de Murmansk-donde están hace más de un mes- a una prisión en la ciudad de San Petersburgo, a 1000 km de allí. Los abogados defensores todavía no fueron formalmente notificados sobre las razones de esta medida.

 "Los detenidos no deben estar en esta ni en ninguna cárcel. Deben ser puestos en libertad para reunirse con sus familias y reiniciar sus vida”s- señaló KumiNaidoo, Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional. “San Petersburgo tiene un poco más de luz durante el invierno, a diferencia de Murmansk y las visitas serían más sencillas para las familias y funcionarios consulares. Sin embargo, no hay garantía de que las condiciones en el nuevo centro de detención serán mejores. No hay justificación alguna para mantener a los 30 del Ártico en prisión un solo día más” agregó.

 El próximo miércoles 6, el Tribunal Internacional del Derecho del Mar (ITLOS, por sus siglas en inglés) escuchará el caso presentado por Holanda para exigir la liberación de los 30 y el regreso del barco de Greenpeace. Holanda sostiene que la detención y posterior abordaje fueron ilegales. Greenpeace presentó un escrito de “amicuscuriae” en apoyo a la solicitud holandesa, y se espera que diversas naciones apoyen esta acción para fortalecer la vigencia y vigor de los tratados internacionales (1). En tanto, el Presidente Putin y el Comité de Investigaciones admitieron públicamente que este no es un caso de piratería, lo que obliga a plantear el interrogante de si el mantenimiento de los cargos es sólo una maniobra para evitar la liberación inevitable de los detenidos.

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